KIEV.- Ucrania recibió ayer sábado al jefe de la diplomacia alemana y al
primer ministro canadiense, que acudieron a expresar su apoyo, mientras
las fuerzas prorrusas continuaban desalojando a los soldados ucranianos
de sus bases en Crimea.
El canciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, denunció como una
"tentativa de dividir a Europa" el referéndum en Crimea que condujo a la
anexión de la península por parte de Rusia.
"No podemos aceptar esas circunstancias y no podemos permitir que se
repita el derrame de sangre" dijo el canciller ante la prensa al término
de una entrevista con el primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk.
Ucrania tiene ante si "un camino largo y difícil", añadió.
Los dos hombres discutieron sobre una eventual ayuda técnica que
Alemania podría aportar a las fuerzas armadas ucranianas, indicó por su
parte Yatseniuk.
Para ello se debería invertir la dirección del suministro en los
oleductos por los cuales transita actualmente el gas ruso destinado a
Europa occidental, un procedimiento que Gazprom denunció siempre como
ilegal.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, cuyo país alberga una
gran comunidad ucraniana, tenía previsto reunirse con los dirigentes
ucranianos posteriormente.
En Crimea una nueva base ucraniana cayó en manos de los rusos, que
además se apoderaron del único submarino ucraniano en la península.
Unos doscientos hombres desarmados invadieron la base aérea de
Novofedorivka, en el oeste de la península, constataron los periodistas.
Los asaltantes penetraron en la base y empezaron a romper las
ventanas. Militares ucranianos se atrincheraron en el interior de los
edificios y lanzaron botes fumígenos contra los asaltantes desde los
tejados.
Los asaltantes gritaban "¡Rusia, Rusia!".
Fuera de la base, oficiales rusos observaron sin intervenir como los
manifestantes arriaron luego la bandera ucraniana e izaban la bandera de
la Marina rusa.
En la capital de la nueva república rusa, Sebastopol, un submarino
denominado Zaporijia apareció con ese mismo pabellón, la bandera de San
Andrés, una cruz azul contra fondo blanco.
"El exsubmarino ucraniano Zaporijia fue trasladado hace una hora para
unirse a la división de submarinos de la Flota del Mar Negro rusa",
declaró un portavoz militar, Vyacheslav Trujachyov.
El submarino estaba previamente en la cercana bahía de Striletska.
Ante esas constantes humillaciones, el ministerio ucraniano de
Defensa aseguró el sábado que los soldados provenientes de Crimea no
serán tratados como desertores, sino como "verdaderos héroes".
"Ningún soldado de Crimea -patriotas que no traicionaron su juramento
de fidelidad a la nación ucraniana- será olvidado", indicó el
ministerio, que precisó que quiere combatir la desinformación sobre este
tema "difundida activamente por los servicios especiales rusos".
Esa campaña parecía contar con algún éxito entre los militares
ucranianos. Un marino reconoció que temía
represalias si volvía a Ucrania.
Kiev también se enfrenta a la agitación separatista prorrusa en el
este de Ucrania. Una nueva manifestación tuvo lugar en Donetsk, la gran
ciudad industrial de la región, con la asistencia de unas 3.000
personas, constató una periodista.
A Donetsk debía acudir precisamente el canciller alemán este mismo sábado.
Los jefes de Estado de las grandes potencias del G-7, entre ellos
Alemania y Canadá, mantendrán el lunes una cumbre en La Haya sobre la
situación en Ucrania, convocada a iniciativa del presidente
estadounidense Barack Obama.
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