ÁMSTERDAM.- La Cumbre sobre la acción oceánica global para la seguridad
alimentaria y el crecimiento azul concluyó con un compromiso
internacional para adoptar medidas urgentes, que afronten hoy las
amenazas a esos espacios marítimos.
El consenso de los más de 600 participantes se dirige a frenar los
riesgos del cambio climático para los océanos, la sobrepesca, la pérdida
de hábitats y la contaminación.
Dichas acciones serán posibles con una financiación sostenible, la creación de alianzas para la acción y el intercambio de conocimientos sobre la implementación de soluciones exitosas, afirma la declaración final del evento.
La cita respondió a una iniciativa conjunta del Gobierno de los Países Bajos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Banco Mundial.
Los asistentes concluyeron que es urgente un desarrollo sostenible independiente sobre los océanos post 2015, y mayor reconocimiento del impacto creciente del cambio climático en los océanos.
Además deben eliminarse las subvenciones pesqueras dañinas que contribuyen a la sobre extracción de los productos del mar, e incentivar en su lugar estrategias que mejoren la conservación, desarrollen una pesca sostenible y pongan fin a ilegalidad, no declarada ni reglamentada.
Otro acuerdo de la Cumbre indica fortalecer el mandato de las organizaciones regionales de ordenación pesquera y su financiación, y acelerar la ratificación de los mecanismos para mejorar las prácticas en esa actividad en aras de la conservación y menos contaminación.
También será necesario invertir en la pesca en pequeña y mediana escala y en las comunidades locales, como custodios vitales para el crecimiento azul, así como apoyar a las cadenas de suministros sostenibles.
En tal sentido se recomendó aprovechar las asociaciones existentes, como la Alianza Mundial para los Océanos y la Alianza Mundial de las Islas, para generar un impulso global y extender los éxitos.
La ministra de Agricultura de los Países Bajos, Sharon Dijksma, aseguró que esta semana la comunidad mundial demostró valor y audacia para avanzar y adoptar una decisión sobre la salud del océano y la seguridad alimentaria.
Dichas acciones serán posibles con una financiación sostenible, la creación de alianzas para la acción y el intercambio de conocimientos sobre la implementación de soluciones exitosas, afirma la declaración final del evento.
La cita respondió a una iniciativa conjunta del Gobierno de los Países Bajos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Banco Mundial.
Los asistentes concluyeron que es urgente un desarrollo sostenible independiente sobre los océanos post 2015, y mayor reconocimiento del impacto creciente del cambio climático en los océanos.
Además deben eliminarse las subvenciones pesqueras dañinas que contribuyen a la sobre extracción de los productos del mar, e incentivar en su lugar estrategias que mejoren la conservación, desarrollen una pesca sostenible y pongan fin a ilegalidad, no declarada ni reglamentada.
Otro acuerdo de la Cumbre indica fortalecer el mandato de las organizaciones regionales de ordenación pesquera y su financiación, y acelerar la ratificación de los mecanismos para mejorar las prácticas en esa actividad en aras de la conservación y menos contaminación.
También será necesario invertir en la pesca en pequeña y mediana escala y en las comunidades locales, como custodios vitales para el crecimiento azul, así como apoyar a las cadenas de suministros sostenibles.
En tal sentido se recomendó aprovechar las asociaciones existentes, como la Alianza Mundial para los Océanos y la Alianza Mundial de las Islas, para generar un impulso global y extender los éxitos.
La ministra de Agricultura de los Países Bajos, Sharon Dijksma, aseguró que esta semana la comunidad mundial demostró valor y audacia para avanzar y adoptar una decisión sobre la salud del océano y la seguridad alimentaria.
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