ATENAS.- Los ministros de Economía de la eurozona han
aprobado este martes --tras siete meses de duras negociaciones entre la
troika y el Gobierno de Atenas-- un nuevo tramo de 8.300 millones de
euros del rescate de Grecia.
El visto bueno del Eurogrupo, precisamente durante su reunión
informal en Atenas, se produce después de que el Parlamento griego
aprobara este domingo por escaso margen una ley ómnibus con los nuevos
ajustes exigidos por la troika, en particular medidas de liberalización
de sectores como el de la leche o las farmacias.
El pago de los 8.300 millones se realizará en tres subtramos,
condicionados a que el Gobierno heleno cumpla las medidas previas
pactadas por la troika. El primer subtramo será el más grande, de 6.300
millones de euros, y se espera que llegue a Grecia durante la segunda
mitad de abril, a tiempo para que Atenas pueda pagar un importante
vencimiento de deuda en mayo.
Los dos siguientes subtramos serán de 1.000 millones de euros cada
uno. El primero se pagará en junio y el último en julio. Una vez que se
complete este desembolso, quedarán sólo 1.800 pendientes de pagar a
Grecia del segundo rescate, que estarán condicionados a una nueva
revisión de la troika después del verano. Entre el primer y el segundo
rescate, Atenas habrá recibido un total de 260.000 millones de euros.
"Todos sabemos lo difícil que ha sido ese ajuste y los retos a los
que se enfrentan muchos ciudadanos griegos", ha dicho el vicepresidente
de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, que ha
elogiado los "grandes esfuerzos" realizados por Grecia en los últimos
cuatro años. "Hoy, la economía griega se está estabilizando y esperamos
una vuelta al crecimiento y una recuperación gradual del empleo a partir
de este año", ha subrayado Rehn, al tiempo que pedía a las autoridades
helenas que prosigan con ajustes y reformas.
También el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario
Draghi, ha resaltado que Grecia "ha sufrido mucho y ahora está empezando
a ver los primeros beneficios del programa". No obstante, Draghi ha
avisado a Atenas de que todavía quedan medidas pendientes y que "lo más
importante ahora es aplicar plenamente todas las reformas acordadas" y
ha reclamado "no deshacer el ajuste fiscal, los progresos que se han
logrado con tanto dolor y esfuerzo".
El ministro de Finanzas griego, Yannis Sturnaras, ha dicho que el
desbloqueo de la ayuda supone un "alivio".
"Ha costado mucho, pero el
resultado final nos satisface a todos, especialmente a los griegos", ha
apuntado. Y ha sostenido que Grecia no deberá adoptar más ajustes que
los ya previstos en el memorándum. Además, el país tiene cubiertas las
necesidades de financiación para los próximos 12 meses, gracias al
superávit primario, los ingresos de las privatizaciones y también a una
"pequeña oferta" de bonos a tres o cuatro años que Atenas lanzará
durante el primer semestre de este año.
Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha
confirmado que la decisión sobre si hay o no un tercer rescate y sobre
las medidas para aliviar el peso de la deuda helena sólo se abordarán
después del verano.
"Tomo nota del optimismo, de la ambición del Gobierno griego de no
tener otro programa y me gustaría compartir esta ambición. Pero creo
que es demasiado pronto para decirlo. Lo importante ahora es cumplir
todos los compromisos del actual programa, porque queda todavía mucho
trabajo pendiente", ha apuntado Dijsselbloem.
"Tras el verano volveremos a la cuestión de qué pasa después de
este programa y depende de cómo evoluciona la economía y la financiación
del Estado durante este año", ha explicado el presidente del Eurogrupo.
Según las previsiones de Bruselas, la economía griega crecerá este
año un 0,6% tras las caídas del 4,9% en 2010, 7,1% en 2011, 6,4% en
2012 y 3,7% en 2013. En 2015, la tasa de crecimiento se acelerará hasta
el 2,9%, pero la tasa de paro bajará muy lentamente desde el máximo del
27,3% el año pasado hasta el 24% el año que viene.
Los ministros de Economía de la eurozona han debatido también la
situación en Portugal y confirmado el pago del último tramo de 1.200
millones de euros del rescate de 78.000 millones de euros, que expira a
mediados de mayo. No obstante, han retrasado al próximo Eurogrupo la
decisión sobre la estrategia de salida de Lisboa, a la espera de que el
Gobierno luso decida si pide o no una línea de crédito preventiva.
Rehn ha dicho que la Comisión pensaba y sigue pensando que "más
vale prevenir que curar" por lo que se refiere a la estrategia de
salida. No obstante, ha admitido que ha habido "mejoras significativas"
en la economía portuguesa y en la percepción en los mercados y ha dicho
que corresponde al Gobierno de Lisboa decidir si apuesta por una salida
limpia o pide un programa preventivo, algo que debe resolverse "en las
próximas semanas".
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