PARÍS.- La economía francesa está en un período de recuperación pero muy
lento y en el primer trimestre el crecimiento será de apenas 0,1 por
ciento y el desempleo se mantendrá estable, según datos publicados hoy
aquí.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios
Económicos (Insee), en todo el 2014 el Producto Interno Bruto (PIB)
crecerá en 0,7 por ciento, contrario a las previsiones del gobierno de
lograr un 0,9.
En cuanto al desempleo el Insee prevé que en los primeros seis meses del año se mantendrá en 9,8 por ciento de la población económicamente activa, lo cual representa a más de tres millones 300.000 personas.
Nosotros consideramos que Francia está en una fase de recuperación, pero no de aceleración, declaró a la prensa el jefe del departamento de coyunturas del Insee, Cédric Audenis.
Según Audenis, hay una serie de frenos para el crecimiento y mencionó entre ellos la degradación de la rentabilidad empresarial, el alza de los tributos a mayor ritmo que los ingresos y el aumento del Impuesto al Valor Agregado, el cual afecta al poder adquisitivo y repercute en el consumo.
Las estadísticas confirman el difícil escenario que deberá enfrentar el nuevo gabinete, presidido por Manuel Valls, nombrado esta semana en el cargo tras la derrota del gubernamental Partido Socialista (PS) en las elecciones municipales.
En los comicios del 23 y 30 de marzo, el PS perdió más de 150 ciudades y pasó al segundo lugar, por detrás de la conservadora Unión por un Movimiento Popular.
Durante su primera intervención televisiva, el flamante primer ministro prometió que su gobierno dará respuesta al mensaje expresado por la ciudadanía en las urnas.
Ese mensaje fue de decepción por la acción del gobierno, de cólera a veces y de miedo en el porvenir de parte de quienes enfrentan el desempleo, la precariedad, los fines de mes difíciles, las deudas y los impuestos, dijo Valls.
El jefe del gabinete declaró que toda acción del gobierno deberá estar dirigida a disminuir el desempleo y preservar los servicios públicos indispensables.
Al mismo tiempo Valls declaró que Francia debe reducir el déficit como lo exigen los tratados europeos porque "no hay otra elección y es una cuestión de credibilidad para el país".
Debemos controlar la deuda, si no perdemos nuestra soberanía, dijo.
Para los economistas, el gobierno deberá hacer un difícil equilibrio entre bajar la curva ascendente del paro y lograr el crecimiento y, al mismo tiempo, tratar de cumplir sus compromisos con la Unión Europea de reducir el déficit y la deuda.
En cuanto al desempleo el Insee prevé que en los primeros seis meses del año se mantendrá en 9,8 por ciento de la población económicamente activa, lo cual representa a más de tres millones 300.000 personas.
Nosotros consideramos que Francia está en una fase de recuperación, pero no de aceleración, declaró a la prensa el jefe del departamento de coyunturas del Insee, Cédric Audenis.
Según Audenis, hay una serie de frenos para el crecimiento y mencionó entre ellos la degradación de la rentabilidad empresarial, el alza de los tributos a mayor ritmo que los ingresos y el aumento del Impuesto al Valor Agregado, el cual afecta al poder adquisitivo y repercute en el consumo.
Las estadísticas confirman el difícil escenario que deberá enfrentar el nuevo gabinete, presidido por Manuel Valls, nombrado esta semana en el cargo tras la derrota del gubernamental Partido Socialista (PS) en las elecciones municipales.
En los comicios del 23 y 30 de marzo, el PS perdió más de 150 ciudades y pasó al segundo lugar, por detrás de la conservadora Unión por un Movimiento Popular.
Durante su primera intervención televisiva, el flamante primer ministro prometió que su gobierno dará respuesta al mensaje expresado por la ciudadanía en las urnas.
Ese mensaje fue de decepción por la acción del gobierno, de cólera a veces y de miedo en el porvenir de parte de quienes enfrentan el desempleo, la precariedad, los fines de mes difíciles, las deudas y los impuestos, dijo Valls.
El jefe del gabinete declaró que toda acción del gobierno deberá estar dirigida a disminuir el desempleo y preservar los servicios públicos indispensables.
Al mismo tiempo Valls declaró que Francia debe reducir el déficit como lo exigen los tratados europeos porque "no hay otra elección y es una cuestión de credibilidad para el país".
Debemos controlar la deuda, si no perdemos nuestra soberanía, dijo.
Para los economistas, el gobierno deberá hacer un difícil equilibrio entre bajar la curva ascendente del paro y lograr el crecimiento y, al mismo tiempo, tratar de cumplir sus compromisos con la Unión Europea de reducir el déficit y la deuda.
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