WASHINGTON.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine
Lagarde, ha celebrado el compromiso del Banco Central Europeo (BCE) de
actuar contra el riesgo de deflación en la eurozona y cree que la
adopción de medidas es sólo "cuestión de tiempo".
En la rueda de prensa previa al encuentro de primavera del FMI y el
Banco Mundial, Lagarde suscribió las palabras del economista jefe de la
institución, Olivier Blanchard, quien afirmó esta semana que estas
medidas se deben tomar "cuanto antes mejor".
"Mantenemos un diálogo con las autoridades europeas y respetamos
el criterio del banco central", afirmó la directora gerente del Fondo,
quien recalcó que son ellos quienes "toman el pulso" de cómo se
encuentran las economías de la eurozona.
En este sentido, añadió que el FMI está "animado" tras comprobar
que en la última reunión del BCE y su posterior rueda de prensa hubo un
compromiso para utilizar cualquiera herramienta que sea necesaria para
resolver esta situación.
Lagarde recalcó que el FMI está preocupado por el impacto de una
baja inflación, especialmente en las economías avanzadas, porque "una
baja inflación prolongada dañaría tanto el crecimiento como el empleo".
Por otro lado, Lagarde aseguró que el crecimiento económico global
está "repuntando", pero la recuperación es "demasiado débil y demasiado
lenta". "Tenemos una buena recuperación, pero no lo suficientemente
buena, podríamos hacerlo mejor", subrayó.
Ante una economía global con 200 millones de desempleados que no
están notando este fortalecimiento económico, la directora gerente del
FMI reclamó a las autoridades "medidas valientes para lograr un
crecimiento más rápido, fuerte y sostenible".
Así, pidió a las economías avanzadas que ajusten de forma correcta
sus procesos de consolidación fiscal y a los bancos centrales que
normalicen su política monetaria de forma adecuada para que no provoquen
nuevas tensiones en los mercados.
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