martes, 29 de abril de 2014

Rusia, Belarús y Kazajstán perfilan un espacio de libre comercio

MINSK.- El presidente de la comisión Económica Euroasiática, Victor Jristenko, aseguró hoy aquí que fueron zanjadas las principales discrepancias y continuarán las discusiones en otros temas concernientes al Espacio Unico Económico regional. 

Ante los jefes de Estado de Rusia, Belarús y Kazajstán reunidos en la capital belarusa, Jristenko indicó que en breve plazo concluirá la reelaboración de algunos puntos del acuerdo, cuya versión estará lista para su firma el 29 mayo en Astaná, agregó.

El Espacio Unico Económico y la Unión Aduanera son dos mecanismos complementarios de cara a la creación de la Unión Económica Euroasiática con fecha concertada entre Moscú, Minsk y Astaná para el 1 de enero de 2015.

Según el exministro ruso de Energía, el proyecto supone una unificación de los mercados del petróleo, los derivados y el gas entre los tres países, al menos en una primera etapa, reportó la agencia de noticias belarusa Belta.

Para esos tres mercados se configurará un mecanismo común de comercio, puntualizó el titular de la comisión, al intervenir en la sesión ampliada del Consejo Supremo Euroasiático, con la presencia de los presidentes Vladimir Putin, Alexander Lukashenko y Nursultán Nazarbaev.

Se supone que el mercado común de hidrocarburos y derivados, el primero de su tipo en el espacio postsoviético, esté configurado para su pleno funcionamiento a más tardar 2025, y el de energía eléctrica un poco antes, comunicó Jristenko.

Hasta esa fecha, el tema de los aranceles sobre los derivados del petróleo será dirimido dentro del ámbito bilateral, mientras la cuestión del ingreso de Armenia a la Unión Aduanera se aplazó de nuevo, con plazo para ventilar el proyecto el 1 de junio del año en curso.

Sin restricciones

El presidente belaruso, Alexander Lukashenko, apostó hoy por un comercio sin restricciones y de mutuo beneficio como premisa en la creación de la Unión Económica Euroasiática (UEE) entre Belarús, Kazajstán y Rusia, proyectada para enero de 2015. 

Durante su intervención en la sesión de alto nivel del Consejo Supremo Euroasiático, Lukashenko expresó que si Moscú y Astaná no están preparados para un comercio mutuamente ventajoso, por ejemplo en la esfera petrolera, habría que retomar la idea sobre la agrupación integracionista dentro de 10 años.

Argumentó el mandatario anfitrión que la exportación de petroderivados constituye un rubro básico en los ingresos del presupuesto estatal de Belarús.

Si bien los socios acordaron eliminar las restricciones al comercio y las barreras arancelarias dentro del espacio de la Unión Aduanera, permanecen intactas algunas excepciones en la rama de los hidrocarburos, uno de los puntos que no satisface a Minsk, según Lukashenko, y ha originado tensiones con Moscú.

Dijo el gobernante belaruso que algunos enfoques que dominan las negociaciones generan innumerables interrogantes, mientras instó a los socios adoptar medidas a fin de resolver los problemas pendientes, o en caso contrario, "admitir que no estamos preparados", enfatizó.

En su opinión, si los participantes del proceso integracionista (los socios rusos y kazajos) no están listos para cumplir todos los acuerdos, será necesario un aplazamiento al menos hasta 2025 para la puesta en marcha de la Unión Económica Euroasiática.

Indicó Lukashenko que la eficacia de ese sistema de integración dependerá de su poder de atracción para otros países, y al mismo tiempo deberá adquirir plenitud mediante su ampliación.

En el segmento estrecho de discusiones, el presidente Vladimir Putin dijo reconocer que existen una serie de problemas sin resolverse, pero consideró posible hallar compromisos y avanzar hacia la creación de esa agrupación regional, proyectada como la cúspide en el proceso de integración en el espacio postsoviético.

Resaltó que la Unión Aduanera, creada en 2012 entre Belarús, Rusia y Kazajstán, funciona y aporta una utilidad real, reflejada, según Putin, en los resultados económicos de los países miembros.

Sin embargo, insistió en el desafío de colocar a un nivel superior la cooperación y profundizar en el intercambio, en referencia al compromiso que los tres Estados refrendaron hace dos años.

El presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbaev, dijo, por su parte, que las discrepancias en el camino de creación de la UEE no son antagónicas y consideró posible cumplir con los plazos acordados (1 de enero de 2015) y disipar todos los problemas entre los tres grandes socios en el espacio postsoviético.

Hemos transitado gran parte del camino y hemos entrado en la línea recta hacia la firma del acuerdo, expresó Nazarbaev, al tiempo que observó que esa problemática es seguida con atención por la opinión pública de los países implicados y en el extranjero.

Concebida como un nuevo actor en el mapa económico mundial, la Unión representa un mercado de 170 millones de personas, con posibilidades de ampliarse hacia el suroeste con Armenia, y más al este con Kirguistán, y Tayikistán en una etapa posterior.

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