MADRID.-El Gobierno español proyectó el
miércoles una mejora en sus perspectivas económicas para los próximos
años gracias a una importante mejora del consumo interno y a la
continuación del tirón exportador.
España proyecta un crecimiento del 1,2 por ciento para este año y del 1,8 por ciento en 2015, unas
cifras que permiten asegurar al Gobierno del Partido Popular que
culminará sus cuatro años de mandato con menor desempleo que cuando
llegó al poder.
El nuevo cuadro macroeconómico, que forma parte del plan de estabilidad presupuestaria enviado a Bruselas, permite al Gobierno sacar pecho de una recuperación que se va haciendo realidad a pocas semanas de las elecciones europeas.
"Son proyecciones macroeconómicas prudentes, conservadoras. (...) Es la tercera revisión al alza del cuadro macroeconómico para 2014 y 2015", dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos, en la presentación del cuadro macro sugiriendo, además, que las proyecciones podrán ser revisadas de nuevo al alza.
Apenas un año después de presentar un panorama desolador para la economía española, los ministros de Economía y Hacienda mejoran incluso sus objetivos de déficit, el gran caballo de batalla durante toda la legislatura, situándolo tres décimas por debajo de lo acordado con las autoridades comunitarias.
Las perspectivas son tan halagüeñas que incluso la construcción, primer sector en sufrir la crisis y en el que los efectos han sido más devastadores como consecuencia de la burbuja inmobiliaria, volverá a aportar al crecimiento el próximo año.
"2014 marca un antes y un después de la evolución de la economía española en la crisis. Vamos a tener un crecimiento de empleo, del PIB, de la renta. Para el conjunto de la legislatura se conseguirá una reducción del número de parados tanto en números absolutos como en tasa", dijo de Guindos.
Según el ministro, a finales de 2015, el número de parados sería inferior en algo más de 100.000 personas al número registrado finales de 2011.
Junto con la mejora de la economía, España prevé una menor apelación a los mercados financieros, reduciendo este año el Tesoro sus emisiones netas hasta los 59.000 millones de euros.
Sin embargo, no todo son buenas noticias para la economía española. El nuevo cuadro macro prevé un coste de la deuda española que irá en aumento progresivo desde el 3,7 por ciento al 4 por ciento de 2017 lo que, junto con el alza del volumen de deuda en circulación, podría poner en peligro la recuperación.
El ratio deuda/PIB, la única variable de la que España podía presumir al inicio de la crisis, va a crecer desde el 93,9 por ciento del PIB de 2013 para tocar un máximo del 101,7 por ciento del PIB en 2015.
Si las mejores perspectivas van a servir de herramienta electoral para los comicios de finales de mayo, el Gobierno del Partido Popular se reserva el as en la manga de una importante rebaja de impuestos para principios de 2015 de cara a las elecciones generales de ese año.
Según explicó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, España sólo subirá los impuestos que se deriven de la normativa comunitaria, aunque en la presentación figuran 2.076 millones de euros de mayor recaudación en 2015 y 2016 por el alza de tributos medioambientales, indirectos y especiales.
Esas cifras se verán sin embargo ampliamente superadas con una profunda rebaja del IRPF, que se estima en casi 4.800 millones de euros.
En total, la reforma tributaria que prepara el Gobierno reducirá los impuestos por 5.300 millones en 2015 y 2016 que espera compensar con una mayor recaudación por la mejora de la economía y por una ampliación de las bases tributarias gracias a la lucha contra el fraude.
El nuevo cuadro macroeconómico, que forma parte del plan de estabilidad presupuestaria enviado a Bruselas, permite al Gobierno sacar pecho de una recuperación que se va haciendo realidad a pocas semanas de las elecciones europeas.
"Son proyecciones macroeconómicas prudentes, conservadoras. (...) Es la tercera revisión al alza del cuadro macroeconómico para 2014 y 2015", dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos, en la presentación del cuadro macro sugiriendo, además, que las proyecciones podrán ser revisadas de nuevo al alza.
Apenas un año después de presentar un panorama desolador para la economía española, los ministros de Economía y Hacienda mejoran incluso sus objetivos de déficit, el gran caballo de batalla durante toda la legislatura, situándolo tres décimas por debajo de lo acordado con las autoridades comunitarias.
Las perspectivas son tan halagüeñas que incluso la construcción, primer sector en sufrir la crisis y en el que los efectos han sido más devastadores como consecuencia de la burbuja inmobiliaria, volverá a aportar al crecimiento el próximo año.
"2014 marca un antes y un después de la evolución de la economía española en la crisis. Vamos a tener un crecimiento de empleo, del PIB, de la renta. Para el conjunto de la legislatura se conseguirá una reducción del número de parados tanto en números absolutos como en tasa", dijo de Guindos.
Según el ministro, a finales de 2015, el número de parados sería inferior en algo más de 100.000 personas al número registrado finales de 2011.
Junto con la mejora de la economía, España prevé una menor apelación a los mercados financieros, reduciendo este año el Tesoro sus emisiones netas hasta los 59.000 millones de euros.
Sin embargo, no todo son buenas noticias para la economía española. El nuevo cuadro macro prevé un coste de la deuda española que irá en aumento progresivo desde el 3,7 por ciento al 4 por ciento de 2017 lo que, junto con el alza del volumen de deuda en circulación, podría poner en peligro la recuperación.
El ratio deuda/PIB, la única variable de la que España podía presumir al inicio de la crisis, va a crecer desde el 93,9 por ciento del PIB de 2013 para tocar un máximo del 101,7 por ciento del PIB en 2015.
Si las mejores perspectivas van a servir de herramienta electoral para los comicios de finales de mayo, el Gobierno del Partido Popular se reserva el as en la manga de una importante rebaja de impuestos para principios de 2015 de cara a las elecciones generales de ese año.
Según explicó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, España sólo subirá los impuestos que se deriven de la normativa comunitaria, aunque en la presentación figuran 2.076 millones de euros de mayor recaudación en 2015 y 2016 por el alza de tributos medioambientales, indirectos y especiales.
Esas cifras se verán sin embargo ampliamente superadas con una profunda rebaja del IRPF, que se estima en casi 4.800 millones de euros.
En total, la reforma tributaria que prepara el Gobierno reducirá los impuestos por 5.300 millones en 2015 y 2016 que espera compensar con una mayor recaudación por la mejora de la economía y por una ampliación de las bases tributarias gracias a la lucha contra el fraude.
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