TOKIO.- El Gobierno de Japón pronosticó hoy un deterioro económico para el
segundo trimestre del año, a causa de una debilidad en la demanda tras
la implementación de un impuesto a las ventas, en vigor desde el 1 de
abril.
Según el informe divulgado, el rezago de la demanda ha estado dentro de
las expectativas y debe ser temporal, al tiempo que descartó la
necesidad de aplicar más estímulos monetarios.
Ya alcanzamos un paquete económico para abordar esto y no pensamos que se necesiten medidas adicionales, refiere el reporte, en referencia a iniciativas que incluyen estímulos económicos por cinco mil 500 billones de yenes (53.780 millones de dólares), lanzados en el año fiscal anterior que terminó en marzo de 2014.
Las ventas de productos de necesidad diaria, de autos y de artículos para el hogar disminuyeron cerca de 20 por ciento en las primeras dos semanas de abril, en comparación con el mismo lapso de 2013.
El impuesto al consumo subió desde el 1 de abril, del cinco al ocho por ciento, lo que constituye la primera alza en los últimos 17 años.
Con ese aumento, el Ejecutivo nipón espera obtener en el año fiscal 2014 fondos adicionales por valor de unos 49.000 millones de dólares, difundió la cadena radiotelevisiva NHK.
Indicó, por otro lado, que se analiza la posibilidad de que el impuesto al consumo ascienda al 10 por ciento desde octubre del venidero año.
Al explicar la nueva medida, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, manifestó que antes de decidir si su gabinete proseguirá con las subidas impositivas hará un análisis del efecto de esa política entre julio y septiembre próximos.
Las ganancias del incremento se destinarán a políticas de bienestar colectivo como asistencia médica y programas de pensiones, al tenerse en cuenta que Japón es un país con una de las tasas más elevadas de envejecimiento poblacional a escala mundial.
Desde su llegada al poder a finales de 2012, Abe implementó un conjunto de medidas con el fin de reactivar la economía, combatir la persistente deflación y la elevada deuda pública, las cuales, al decir de algunos expertos, no logró hasta el momento los resultados esperados.
Ya alcanzamos un paquete económico para abordar esto y no pensamos que se necesiten medidas adicionales, refiere el reporte, en referencia a iniciativas que incluyen estímulos económicos por cinco mil 500 billones de yenes (53.780 millones de dólares), lanzados en el año fiscal anterior que terminó en marzo de 2014.
Las ventas de productos de necesidad diaria, de autos y de artículos para el hogar disminuyeron cerca de 20 por ciento en las primeras dos semanas de abril, en comparación con el mismo lapso de 2013.
El impuesto al consumo subió desde el 1 de abril, del cinco al ocho por ciento, lo que constituye la primera alza en los últimos 17 años.
Con ese aumento, el Ejecutivo nipón espera obtener en el año fiscal 2014 fondos adicionales por valor de unos 49.000 millones de dólares, difundió la cadena radiotelevisiva NHK.
Indicó, por otro lado, que se analiza la posibilidad de que el impuesto al consumo ascienda al 10 por ciento desde octubre del venidero año.
Al explicar la nueva medida, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, manifestó que antes de decidir si su gabinete proseguirá con las subidas impositivas hará un análisis del efecto de esa política entre julio y septiembre próximos.
Las ganancias del incremento se destinarán a políticas de bienestar colectivo como asistencia médica y programas de pensiones, al tenerse en cuenta que Japón es un país con una de las tasas más elevadas de envejecimiento poblacional a escala mundial.
Desde su llegada al poder a finales de 2012, Abe implementó un conjunto de medidas con el fin de reactivar la economía, combatir la persistente deflación y la elevada deuda pública, las cuales, al decir de algunos expertos, no logró hasta el momento los resultados esperados.
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