domingo, 20 de abril de 2014

La quinua conquista al mundo desde Perú y Bolivia

LIMA.- La quinua, el humilde cereal peruano-boliviano, se ha convertido en uno de los productos más apetecidos del mundo por sus valores nutricionales.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú, la exportación de quinua aumentó en el 2013 en un 71 por ciento, lo que dejó un ingreso económico de más de 78 millones de dólares, que representan un 150.8 por ciento más que lo registrado en el 2012. El crecimiento de la demanda se da a ritmo vertiginoso.
El Perú es el segundo exportador mundial del “grano de oro de los Andes”, solo superado por Bolivia, el otro país cuna de un cereal que contiene vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales y que es libre de gluten, además de que su nivel de proteínas es mayor al del trigo y el doble del que tiene el arroz.
La quinua también sirve como alimento reconstituyente, por la presencia de lisina —uno de los 10 aminoácidos necesarios para el desarrollo de los seres vivos—, lo que la convierte en clave para el crecimiento y desarrollo de las células del cerebro. Es además anticancerígena y preventora de la osteoporosis y de enfermedades del corazón.
Las propiedades nutritivas son tales que la Nasa la eligió desde años atrás como alimento nutritivo por excelencia para los astronautas en sus viajes espaciales, pues se tuvo en cuenta, tras estudiarla, que por sí sola puede servir para dar una dieta equilibrada.
Pero el auge de Perú como país exportador de quinua tiene su lado negativo: el carácter de producto de exportación la ha convertido en un artículo caro, fuera del alcance económico de las familias más pobres, potencialmente las que más lo necesitan.
En el mercado peruano el precio de la quinua se duplicó en solo un año, en el 2013, al pasar de 9.8 soles —3.5 dólares— en enero a unos 18 soles
—6.4 dólares— en diciembre. Con el equivalente a lo que cuesta medio kilo del cereal, un peruano podría comprar más de un kilo de pollo o un kilo de carne. Si se deja de lado el factor nutritivo, es obvia la elección familiar.
Así, detrás de las buenas cifras de exportación, paradójicamente en Perú el consumo interno per cápita de quinua es de entre 800 gramos y un kilo al año, mientras que el de arroz, que solo contiene la mitad de proteínas, es de 54 kilos, según cifras del Ministerio de Agricultura.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) declaró el 2013 como Año Internacional de la Quinua, tras calificarla como el grano con más nutrientes. Esto potenció la demanda internacional, que tiene como principales compradores a Estados Unidos, Canadá, Alemania, Italia y Australia.
La aparición del llamado “grano de oro de los Andes” data de hace aproximadamente cinco mil años, según se estableció a partir de estudios basados en hallazgos hechos en el departamento peruano de Ayacucho, aunque es en la cuenca del lago Titicaca, que comparten Bolivia y el Perú, donde se ha establecido que nació ese alimento.
En las cerámicas de la cultura Tiahuanaco, que se desarrolló a orillas del Titicaca entre los años 1500 a. C. y 1200 d. C., se representa a la planta con conjuntos de espigas distribuidas a lo largo del tallo, lo que muestra que una de las civilizaciones más antiguas de América ya tenía contacto con ella.
El grano andino también fue un cultivo principal y alimento básico en el imperio de los incas, cuya forma de consumo pudo haber sido hervida.
La preparación de la quinua es sencilla, pues solo se necesita escoger bien los granos, lavarlos en varias aguas, escurrirlos y luego llevarlos a hervir con agua. Una vez hervida, la quinua se presta para colocarla en diversos platos.

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