sábado, 19 de abril de 2014

Los salarios muy altos son un mal moderno, dice un predicador papal de la Casa pontificia

CIUDAD DEL VATICANO.- El predicador oficial del Vaticano dijo durante una liturgia de Viernes Santo a la que asistió el papa Francisco que los grandes salarios y la crisis financiera mundial son males modernos causados por un "hambre maldita por el oro".

El Papa presidió la ceremonia de la "Pasión del Cristo" en la Basílica de San Pedro, el primero de dos eventos papales en el día en que los cristianos de todo el mundo conmemoran la muerte de Jesús en la cruz.
La prolongada liturgia es una de las pocas ocasiones del año en que el Papa escucha la prédica de otro sacerdote.
El padre Raniero Cantalamessa, cuyo título es "predicador de la casa pontificia", hizo un sermón respecto al personaje de Judas Iscariote, quien según la Biblia traicionó a Jesús por 30 piezas de plata.
"Detrás de cada mal en nuestra sociedad está el dinero, o al menos en parte", dijo Cantalamessa en la ceremonia solemne, que incluyó cánticos de sacerdotes rememorando las últimas horas de la vida de Jesús.
"La crisis financiera que ha atravesado el mundo y que este país (Italia) sigue atravesando, ¿No se debe en gran parte al hambre maldita por el oro?", dijo.
"¿No es también un escándalo que algunas personas ganen salarios y cobren pensiones que a veces son 100 veces mayores a las de personas que trabajan para ellos y que levanten la voz para objetar cuando se presenta una propuesta para reducir sus ingresos por el bien de una mayor justicia social?", inquirió.
Francisco, quien ha convertido la asistencia a los pobres en un tema central de su pontificado, dijo en diciembre que los salarios y las enormes bonificaciones de algunos ejecutivos eran síntomas de una economía basada en la codicia y la inequidad.
En Italia, el Gobierno del primer ministro Matteo Renzi puso un límite de 240.000 euros (332.100 dólares) a los salarios en las compañías estatales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario