LISBOA.- El número de turistas extranjeros que pagaron peajes en la primera fase de la operación de Semana Santa aumentó un 57 % respecto al mismo periodo del año pasado, la mayoría de ellos en la autopista que conecta El Algarve con Andalucía.
Según informó el organismo estatal encargado de la gestión de la red
viaria lusa, Estradas de Portugal, más de 6.400 vehículos extranjeros
utilizaron el sistema de peajes electrónicos desde el inicio de la
Operación de Pascua hasta las 12.00 horas GMT de ayer.
Los datos superaron “claramente las expectativas iniciales” que se
habían ampliado después de que las autoridades lusas lanzaran una
campaña especial de refuerzo de los controles para verificar el pago de
peajes.
La autopista “Via do Infante”, en la región lusa de El Algarve y una
de las entradas principales a Portugal desde el sur de España, fue la
más concurrida con 2.530 adhesiones, el doble en relación al mismo
periodo del año pasado.
También aumentaron un 45 % los pagos en la autopista A24, que hace
frontera con Orense (Galicia, España) y, en menor medida, en la A28, en
Caminha (32 %), limítrofe con la también gallega Pontevedra, y en la A25
de Vilar Formoso (34 %), que une Portugal con la provincia de Salamanca
(España).
Los dispositivos de pago empezaron a utilizarse en 2010 debido a la
conversión de antiguas autovías a autopistas de cobro pero fueron
criticados por asociaciones de usuarios debido a su difícil utilización.
El proceso vino acompañado de polémica tanto en Portugal como en
España, ya que varias de esas carreteras son fronterizas con las
regiones autónomas de Andalucía, Castilla y León, Extremadura y Galicia.
El sistema funciona mediante un aparato que permite asociar la
matrícula del vehículo a una tarjeta de crédito, a la que se cargará el
importe de forma automática.
Otra opción es la adquisición de una tarjeta prepago que se activa
con un mensaje de texto desde el teléfono móvil y que se carga con 5,
10, 20 o 40 euros, disponible a través de Internet y en algunas
estaciones de servicio.
Para los conductores que pretenden hacer el recorrido entre Oporto
(norte) y Faro (en el extremo sur del país), existe también la
posibilidad de comprar una tarjeta prepago con un límite de tres días y
un coste fijo de 20 euros.
La última opción es alquilar un dispositivo electrónico como el que
tienen la mayoría de conductores portugueses en su vehículo, que se
asocia a un número de cuenta bancaria y que tiene un coste de seis euros
por la primera semana, con una fianza de 27,50 euros.
Actualmente, los usuarios españoles que utilizan los servicios de la
“vía T” son los únicos que no necesitan recurrir a alguno de estos
mecanismos, ya que los sistemas de cobro entre los dos países son
interoperables.
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