MOSCÚ. - Vladimir Putin podría pasar a la historia como el presidente ruso que recuperó Crimea,
pero también trata de evitar que se le recuerde como el hombre que dejó
que Ucrania escapara del área de influencia de Moscú.
Las próximas seis semanas serán decisivas en esa batalla mientras
Ucrania se prepara para las elecciones presidenciales del 25 de mayo,
elabora una nueva constitución y trata de evitar la escisión del este
prorruso.
La recuperación de Crimea, 60 años después de que el presidente
soviético Nikita Jruschov regalara la península a Ucrania en una
controvertida decisión, ha sido un triunfo para Putin a nivel interno.
Sin embargo, la pérdida de la capacidad para ejercer influencia sobre
Ucrania supondría un precio elevado y podría, con el tiempo,
contrarrestar dicho logro.
Aunque Ucrania y Rusia dejaron de estar en el mismo país cuando la
Unión Soviética se desmembró en 1991, los vínculos económicos, políticos
y culturales siguieron siendo fuertes y Moscú retuvo mucha influencia
política y económica en Kiev.
"Putin está buscando ahora un modelo que permita que Moscú retenga
algún grado de influencia", dijo Gleb Pavlovsky, antiguo asesor del
Kremlin.
"Creo que las próximas seis semanas serán clave, porque Putin no
puede permitirse dejar que las elecciones den un resultado inaceptable
para Rusia y no puede permitirse dar una imagen de indecisión".
Sin embargo, a primera vista no parece que Putin se enfrente a un
problema urgente. Su popularidad ha subido hasta los niveles más altos
en años después de que las fuerzas rusas tomaran Crimea y Moscú se
anexionaran la península tras un rápido referéndum entre sus dos
millones de habitantes, ruso en su mayoría.
Las élites políticas y empresariales de Moscú apoyaron a Putin
mientras Occidente imponía sanciones contra lo que sus líderes
consideran una modificación ilegal de las fronteras que resucita los
conflictos de la Guerra Fría.
Putin firmó la anexión de Crimea el mes pasado tras alentar el sueño
de una nueva Rusia de mayor tamaño en un discurso recibido con aplausos
en el Kremlin. Su visión de reparar la fragmentación de la Unión
Soviética daría más poder a Rusia sobre las ex repúblicas soviéticas más
cercanas.
La muestra de unión en torno al presidente ruso podría mantenerse
durante bastante tiempo y la oposición política en Moscú se ha visto
neutralizada hasta el momento por el éxito de Putin en Crimea.
Pero fuentes políticas y empresariales dicen que hay un malestar
creciente bajo la superficie, a medida que la euforia se desvanece y la
dura realidad de las sanciones occidentales empieza a pesar - con la
perspectiva de que haya más si Rusia no coopera con Occidente.
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