BERLÍN.- La crisis en Ucrania representa un nuevo riesgo para la economía mundial, afirmó la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Podría haber consecuencias complicadas ya que el conflicto tiene efecto
en el comercio internacional, en las inversiones directas extranjeras,
pero también en el flujo de capitales y el suministro de energía para
Europa, remarcó Lagarde en una entrevista publicada hoy por el diario
alemán Handelsblatt.
A juicio de la directiva, la crisis representa aún un peligro muy difícil de valorar y cuyo riesgo de contagio a otros países es imprevisible. Sin embargo, recalcó que las consecuencias podrían ser graves.
El Consejo Europeo aprobó oficialmente más sanciones contra Rusia por su posición en la situación en Ucrania al sumar a 15 funcionarios a una lista negra de personas, cuya entrada a la Unión Europea (UE) quedó prohibida.
La decisión coincide con restricciones impuestas por Estados Unidos contra funcionarios y empresas rusas.
El pretexto para aprobar una segunda fase de sanciones contra Moscú es su supuesta actividad de apoyo a grupos de la mayoría rusa en el sureste ucraniano contrarios al gobierno golpista en Kiev y partidarios de una federalización de la república exsoviética.
Fuentes comunitarias señalaron también se estudia la posibilidad de imponer una tercera fase de sanciones, en esta ocasión económicas, contra el Estado euroasiático.
Ello incluiría afectaciones a la esfera financiera, energética, de ventas de armamentos, comercial y agrícola, aunque existen muchas divisiones entre los 28 por las afectaciones que ello puede acarrear para sus economías nacionales.
Rusia mantiene un intenso intercambio comercial con Estados del Viejo Continente, al cual suministra gran parte del combustible que consume, mientras mantiene un elevado volumen de importación desde los países europeos.
A juicio de la directiva, la crisis representa aún un peligro muy difícil de valorar y cuyo riesgo de contagio a otros países es imprevisible. Sin embargo, recalcó que las consecuencias podrían ser graves.
El Consejo Europeo aprobó oficialmente más sanciones contra Rusia por su posición en la situación en Ucrania al sumar a 15 funcionarios a una lista negra de personas, cuya entrada a la Unión Europea (UE) quedó prohibida.
La decisión coincide con restricciones impuestas por Estados Unidos contra funcionarios y empresas rusas.
El pretexto para aprobar una segunda fase de sanciones contra Moscú es su supuesta actividad de apoyo a grupos de la mayoría rusa en el sureste ucraniano contrarios al gobierno golpista en Kiev y partidarios de una federalización de la república exsoviética.
Fuentes comunitarias señalaron también se estudia la posibilidad de imponer una tercera fase de sanciones, en esta ocasión económicas, contra el Estado euroasiático.
Ello incluiría afectaciones a la esfera financiera, energética, de ventas de armamentos, comercial y agrícola, aunque existen muchas divisiones entre los 28 por las afectaciones que ello puede acarrear para sus economías nacionales.
Rusia mantiene un intenso intercambio comercial con Estados del Viejo Continente, al cual suministra gran parte del combustible que consume, mientras mantiene un elevado volumen de importación desde los países europeos.
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