PARÍS.- El secretario general de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, ha
señalado que la economía global crecerá, según las previsiones del
organismo, un 3,5% en 2014, una décima menos de lo que esperaba en
noviembre, y ha asegurado que los progresos registrados en la economía
mundial "no son suficientes" para acabar con el desempleo.
En su discurso durante la apertura del Forum 2014 de la OCDE,
Gurría señaló que la economía global está mostrando "importantes signos
de mejora" y adelantó que, según recoge su informe 'Perspectiva
Económica' que se publicará este martes, el PIB mundial aumentará cerca
de un 3,5% en 2014 y casi un 4% en 2015, frente la anterior estimación
del 3,6% y 3,9%, respectivamente, publicada en noviembre.
En este sentido, añadió que el comercio global está creciendo de
nuevo y la ayuda al desarrollo repuntó el pasado año hasta alcanzar el
mayor nivel registrado jamás. "Esto son sin duda buenas noticias. Pero
no es suficiente", añadió.
El secretario general de la OCDE afirmó que todavía no es
suficiente para devolver un trabajo "decente" a 202 millones de
desempleados, ni cuando aún hay 73 millones de jóvenes en el paro.
En esta línea, añadió que también es insuficiente cuando las
desigualdades en muchos países están creciendo ahora más rápido que
antes de la crisis, y cuando la confianza en líderes, gobiernos,
parlamentos, empresas, bancos, agencias de rating, reguladores y medios
de comunicación "se está erosionando y alcanzando niveles mínimos
récord".
Por ello, defendió que la crisis debería cambiar las reglas del
juego, ya que no se puede volver a la forma habitual de hacer negocios, a
la misma inercia en la que los más ricos y las multinacionales no
contribuyen a la sociedad de forma justa.
Asimismo, tampoco se debe regresar, en su opinión, a una economía
en la que las vulnerabilidades del sistema financiero estén camufladas,
en la que aumenten la especulación y el endeudamiento y en la que
políticos y economistas se adhieran a modelos económicos que han
demostrado ser "obsoletos, erróneos o insostenibles".
En este contexto, aseguró que es el momento de imaginar un nuevo
tipo de crecimiento "centrado en el bienestar de la gente, los
beneficios de las sociedades justas" y la unión de políticas a favor del
progreso humano.
En el marco del Forum 2014, la OCDE ha presentado el informe
'Todos a Bordo: Haciendo Posible el Crecimiento Incluyente' en el
advierte de que la desigualdad, que está en sus niveles más altos en
muchos países, "debilita el crecimiento económico y el bienestar".
La organización subraya que la brecha entre ricos y pobres se ha
ensanchado "aún más rápido desde la crisis financiera" y los ricos han
acaparado abrumadoramente los beneficios del crecimiento registrado en
los últimos años.
Por ello, subraya que las políticas para hacer frente a la
creciente brecha entre ricos y pobres sólo tendrán éxito si también van
más allá de los ingresos y abordan temas como mejor acceso a una
educación de calidad, la salud y la infraestructura pública.
"La desigualdad debilita las sociedades y daña a las economías",
insistió Gurría, quien subrayó que no es suficiente poner en práctica
políticas que potencien el crecimiento, sino que es necesario asegurarse
de que los beneficios del crecimiento "sean compartidos por todos".
Según el informe, las políticas económicas y sociales deben ser
diseñadas para fomentar la equidad y el crecimiento. En su opinión,
invertir en habilidades y educación, por ejemplo, puede tener
importantes repercusiones en este doble objetivo.
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