ASUNCIÓN.- La retirada gradual de los estímulos monetarios en Estados Unidos
tendrá un impacto "moderado" en el costo de la deuda latinoamericana
denominada en moneda local, según pronosticó hoy el FMI, que aun así
aconsejó a la región ahorrar para prepararse por si la situación
empeora.
La recuperación económica del gigante norteamericano,
que este año crecerá un 2,8 %, según la entidad, tira de la producción
de México, América Central y el Caribe, al incentivar sus exportaciones.
En
cambio, al sur del istmo los efectos son mayormente negativos, según
manifestaron hoy expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) en una
presentación en Asunción, pues el fin del dinero barato en Estados
Unidos reducirá la gran liquidez de la que Suramérica se ha beneficiado
en los últimos años.
El punto de inflexión llegó hace un año,
cuando la Reserva Federal de EEUU (Fed, Banco central) anunció la
retirada progresiva de su programa de estímulos monetarios, implantado
para responder a la crisis financiera en el país.
Desde entonces,
las tasas de interés a largo plazo en Estados Unidos están en alza,
aunque la Fed aun no ha tocado aun los tipos a corto plazo, lo que el
FMI no prevé que ocurra antes de 2015, según Alexander Klemm, uno de sus
expertos.
Además, desde enero, el banco central estadounidense
ha reducido sus compras de bonos a 45.000 millones de dólares por mes,
frente a los 85.000 millones hasta fines de 2013.
Esas
adquisiciones fueron el mecanismo "no convencional" usado por la entidad
de Washington para inyectar liquidez en la economía, explicó Klemm.
El
fin del ciclo de laxitud monetaria, con el anuncio de mayo de 2013 de
la Reserva Federal, provocó la caída de las monedas latinoamericanas y
elevó inmediatamente el costo de la deuda de los mercados emergentes
denominada en dólares.
Hace dos décadas la mayoría de los bonos
soberanos latinoamericanos estaba en la moneda estadounidense, lo que
era una fuente de vulnerabilidad, según el FMI.
Sin embargo,
muchos países de la región han pasado a emitir deuda mayoritariamente en
moneda local, cuya rentabilidad también ha subido.
El FMI cree
que la "normalización" gradual de la política monetaria estadounidense
tendrá un impacto "moderado" en los bonos en moneda nacional.
El
organismo también ha constatado una bajada "pronunciada" de la entrada
de capital en los mercados emergentes, equivalente a casi el 2% del
producto interno bruto (PIB) en el último año y medio, en respuesta al
alza de las tasas de intereses a largo plazo en Estados Unidos.
No
obstante, este efecto se ha visto compensado en parte por la
repatriación de activos en el extranjero por parte de residentes en los
mercados emergentes.
Ante un escenario más adverso en los
mercados de deuda, el FMI reiteró su recomendación habitual para América
Latina: garantizar balances "sólidos" en sus cuentas públicas que den
un colchón a sus gobiernos para estimular la economía si las condiciones
empeoran.
"En caso de un fuerte deterioro de las condiciones
financieras externas, podría ser necesario que algunos países tuvieran
que utilizar parte de las defensas acumuladas en los últimos años",
aseveró el organismo en un informe al respecto presentado en Asunción.
El
FMI prevé que la región crezca tan solo un 2,5 % este año, mientras que
el pronóstico del Banco Mundial es del 2,3 %, debido al fin de las
alzas de los precios de las materias primas que exporta, la
desaceleración de la economía china y el nuevo entorno financiero
mundial.
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