viernes, 23 de mayo de 2014

EE.UU. y la UE constatan avances y desafíos en una nueva ronda sobre el pacto comercial

WASHINGTON.- La quinta ronda de negociaciones para alcanzar un Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP) entre Estados Unidos y la Unión Europea (UE) concluyó hoy con una mezcla de realismo y optimismo de cara al ambicioso pacto comercial.

A medida que avanzan las conversaciones, queda patente la dificultad para encontrar puntos de acuerdo en cuestiones como la regulación de servicios financieros, que los estadounidenses quieren dejar fuera, y la prohibición del acceso de carne estadounidense alimentada con hormonas al mercado europeo.
"Somos conscientes de que las posiciones en estas cuestiones no han cambiado", afirmó Dan Mullaney, jefe negociador del equipo estadounidense, en la rueda de prensa celebrada al concluir la semana de conversaciones, que en esta ocasión tuvieron lugar en Arlington (Virginia), a las afueras de Washington.
Mullaney reconoció los "desafíos" existentes, especialmente en el ámbito regulatorio.
Alcanzar un acuerdo definitivo para generar el mayor tratado de libre comercio del mundo "requerirá mucha creatividad y persistencia", aseguró.
Por su parte, el líder de la delegación europea, el español Ignacio García-Bercero, destacó los "firmes progresos" logrados tras una "intensa" semana de conversaciones.
Entre los aspectos en los que las posturas se han acercado figuran el sector automotriz y el energético, así como los estándares de protección medioambiental, laboral y de desarrollo sostenible.
En un principio, se preveía contar con un primer borrador del acuerdo para finales de este año, pero ahora no se espera esta primera versión hasta el término de 2015.
García-Bercero rechazó que las conversaciones se hayan ralentizado y subrayó: "estamos donde deberíamos de estar después de once meses de conversaciones".
Por su parte, Marjorie Chorlins, vicepresidente para Europa de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, una de las instituciones que más ha impulsado este acuerdo, rechazó que haya un estancamiento en las conversaciones.
"Las dificultades han crecido porque estamos ya negociando en el corazón del asunto", indicó Chorlins.
Sí reconoció, no obstante, que el plazo de finales de 2014 es "poco realista", pero se mostró convencida de que el tratado llegará a buen puerto.
"Es necesario pragmatismo" por ambas partes, agregó la vicepresidenta de la Cámara de Comercio estadounidense.
En esta ocasión, el polémico instrumento de solución de controversias inversor-Estado (ISDS, en inglés), que busca definir la protección de inversiones, no figuró en la agenda de las conversaciones.
La próxima ronda de negociaciones tendrá lugar en julio en Bruselas, adelantaron Mullaney y García-Bercero.
Según los cálculos de la Comisión Europea (CE), el 80 % del potencial del acuerdo estará en el recorte de costes de impuestos, por la burocracia y las diferentes regulaciones, así como en la liberalización del comercio de servicios y del mercado público.
Se estima que la puesta en marcha del tratado ampliará el producto interior bruto (PIB) de la UE en 120.000 millones de euros (unos 164.000 millones de dólares) y el de Estados Unidos en 95.000 millones (130.000 millones de dólares).
El comercio entre ambos lados del Atlántico supone cerca de 650.000 millones de dólares al año.
De cristalizar las negociaciones del TTIP, que arrancaron en julio de 2013, se crearía la mayor zona de libre comercio del mundo (supondría el 50 % de la actividad económica global) y sentaría un referente mundial al armonizar sus regulaciones.

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