WASHINGTON.- El encarecimiento de los alimentos y los servicios comerciales
ocasionaron en abril el aumento de los precios al productor de Estados
Unidos, reportó hoy el Departamento de Trabajo.
El medidor registró su mayor alza en un año y medio al crecer 0,6 por
ciento, lo cual sugirió la existencia de presiones inflacionarias a
puerta de fábrica.
En la comparación interanual, detalló la entidad, los precios al productor crecieron 2,1 por ciento, el salto más marcado desde marzo de 2012.
Los valores han estado volátiles en meses recientes, debido a oscilaciones en la categoría de servicios comerciales, apuntó.
Los precios de los alimentos registraron subidas sobre todo porque la sequía en el estado de California los presionó al alza y llevó a los estadounidenses a enfrentar valores más altos en los supermercados.
Un informe gubernamental mostró la víspera que la caída en los costos de los alimentos y del combustible determinó en abril la disminución de los precios de las importaciones estadounidenses.
El medidor retrocedió 0,4 por ciento frente al aumento de 0,4 de marzo, con lo cual anotó su primer descenso desde noviembre de 2013.
En el caso de los costos de las exportaciones, registraron una caída de un punto porcentual, el mayor retroceso desde junio de 2012. Según el Departamento, la ausencia de presiones inflacionarias en la economía sugiere que la Reserva Federal podría mantener su política monetaria expansiva por un tiempo, pese a que el mercado laboral ha mostrado algunas señales de mejora.
En la comparación interanual, detalló la entidad, los precios al productor crecieron 2,1 por ciento, el salto más marcado desde marzo de 2012.
Los valores han estado volátiles en meses recientes, debido a oscilaciones en la categoría de servicios comerciales, apuntó.
Los precios de los alimentos registraron subidas sobre todo porque la sequía en el estado de California los presionó al alza y llevó a los estadounidenses a enfrentar valores más altos en los supermercados.
Un informe gubernamental mostró la víspera que la caída en los costos de los alimentos y del combustible determinó en abril la disminución de los precios de las importaciones estadounidenses.
El medidor retrocedió 0,4 por ciento frente al aumento de 0,4 de marzo, con lo cual anotó su primer descenso desde noviembre de 2013.
En el caso de los costos de las exportaciones, registraron una caída de un punto porcentual, el mayor retroceso desde junio de 2012. Según el Departamento, la ausencia de presiones inflacionarias en la economía sugiere que la Reserva Federal podría mantener su política monetaria expansiva por un tiempo, pese a que el mercado laboral ha mostrado algunas señales de mejora.
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