lunes, 5 de mayo de 2014

La Comisión Europea prevee un lento crecimiento de precios en la Eurozona pero con bajo riesgo de deflación

BRUSELAS.- El crecimiento de los precios en la Eurozona será más lento que lo previsto este año y el próximo, en parte debido a un euro más fuerte y una débil recuperación, pronosticó hoy la Comisión Europea. 

 La inflación anual al consumidor se ralentizará en 2014 a 0,8 por ciento desde el 1,3 en 2013, permaneciendo por debajo del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), de cerca de dos por ciento.

En 2015, añadió la Comisión, el medidor se ubicará en 1,2 puntos.

Sin embargo, apuntó que el riesgo de deflación es muy frágil, pese a que la nueva proyección de los importes es inferior al pronóstico de febrero.

Tras la reunión del consejo de gobernadores del BCE, efectuada a principios de abril, su presidente, Mario Draghi, dejó abierta la posibilidad de una nueva flexibilización de la política monetaria, sobre todo porque se espera un período prolongado de baja inflación.


El riesgo de deflación en la zona euro es muy bajo, dijo la Comisión Europea, aunque el incremento de los precios será más lento que lo previsto este año y el próximo, en parte debido a un euro más fuerte y a una débil recuperación.

El IPC anual de la economía de la moneda única se ralentizará a un 0,8 por ciento este año desde el 1,3 por ciento de 2013, permaneciendo muy por debajo del objetivo del Banco Central Europeo de cerca de un 2 por ciento incluso en 2015, cuando se prevé una inflación de un 1,2 por ciento.

La nueva proyección es inferior al pronóstico de febrero de una inflación de un 1,0 por ciento este año y de un 1,3 por ciento en 2015.

Los precios al consumidor en los 18 países que comparten el euro suben pero a un ritmo muy moderado debido a un desempleo récord, recortes del gasto público y la escasez de crédito, mientras los bancos siguen siendo reacios a prestar a las empresas.

"La inflación podría ser inferior a lo previsto en el escenario central si las condiciones del mercado laboral y los precios de las materias primas son más débiles de lo esperado", dijo la Comisión Europea en sus previsiones, añadiendo que la probabilidad de deflación seguía siendo sin embargo "muy baja".

Economistas consultados no prevén ningún cambio en la política monetaria del BCE tras su reunión de este jueves. Aproximadamente la mitad de ellos espera algún tipo de estímulo en el futuro, ya sea un recorte de tipos o la compra de activos.

Dado que la inflación está tan por debajo de su objetivo, el BCE ha abierto la puerta a imprimir dinero a través de la llamada "flexibilización cuantitativa" (QE) para respaldar la economía, que está creciendo a un ritmo más lento que la mayor parte del resto del mundo.

La recuperación económica de la zona euro permitirá un crecimiento del PIB del bloque del 1,2 por ciento este año después de una caída del 0,4 por ciento en 2013, dijo la Comisión.

El crecimiento se acelerará al 1,7 por ciento el próximo año a medida que se recupera la demanda interna, ligeramente inferior al 1,8 por ciento previsto por la Comisión para 2015 en sus proyecciones de febrero.


El BCE decidió mantener invariable su principal tasa de interés en el mínimo histórico de 0,25 por ciento, pese a los peligros de deflación de los que alertan algunos expertos.

Analistas advierten sobre las persistentes dificultades laborales y los riesgos de deflación en el bloque de la moneda común, un fenómeno nocivo para el dinamismo de una economía porque aplaza las decisiones de compra -con la expectativa de que los precios sigan bajando- y desalienta por ello las inversiones.

El BCE continúa apostando por la política de dinero barato al mantener en un mínimo histórico su principal tasa de interés ante la incertidumbre en la Eurozona.

Funcionarios del llamado guardián del euro han remarcado en varias ocasiones que la deflación en "cámara lenta" vista durante meses en la Eurozona y la persistente debilidad apuntan a un período prolongado de bajos precios.

El recorte de tipos de interés, añadieron, tiene como objetivo restaurar un margen de seguridad contra ese fenómeno más que apuntar a que el peligro de dicho problema se pueda materializar en el bloque monetario.

Anticiparon que los leves índices de inflación, una de las evidencias de la debilidad económica, se mantendrán frágiles al menos hasta 2015 y lejos del objetivo establecido por el ente emisor de cerca, pero por debajo de los dos puntos.

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