LONDRES.- La rentabilidad de los bonos públicos se ha visto presionada sobre la
base de que los principales bancos centrales del mundo sigan
manteniendo políticas monetarias flexibles y que, en algunos casos, las
puedan relajar incluso más.
Los inversores mirarán los datos económicos que se publicarán
durante la semana -en particular los sondeos a gerentes de compra (PMI)
de Estados Unidos, China y de la zona euro- para poner a prueba esa tesis.
Cinco fuentes de alto nivel dijeron que el Banco Central
Europeo (BCE) está preparando un paquete de opciones políticas para su
reunión de comienzos de junio, que incluye recortes en todos sus tipos
de interés y medidas específicas para impulsar el crédito a pequeñas y
medianas empresas.
Una serie de datos macroeconómicos dispares sobre datos del producto
interior bruto (PIB), que mostraron que Alemania está avanzando y que
España está empezando a recuperarse, mientras que Italia, Portugal y
Holanda han vuelto a caer en la contracción, no habrá sido suficiente
para convencer al BCE de que no actúe.
"Aunque en Europa crecen los rumores respecto a la composición de un
paquete de medidas del BCE en junio, mientras el banco central busca
repeler una inflación excesivamente baja, al otro lado del Atlántico,
todos los ojos estarán sobre las actas de la FOMC (la Comisión Federal
de Mercado Abierto de la Reserva Federal) de la semana próxima para ver
si hay pistas sobre una política de salida", dijo Paul Mortimer-Lee,
jefe global de economía de mercado de BNP Paribas.
Las actas de la última reunión de política de la Fed, en las que
redujeron sus compras mensuales de bonos a 45.000 millones de dólares
desde 55.00 millones de dólares, se publicarán el miércoles.
En su reunión del 30 de abril, la Fed se apegó a sus declaraciones
de que la economía necesitaría tipos de interés cercanos al cero por
ciento por un período considerable después de que las compras de activos
hayan finalizado por completo, para fines de año.
En el primer trimestre, la economía estadounidense apenas creció, pero desde entonces ha ganado ritmo.
Podría haber discusiones sobre una futura estrategia de salida.
"La última reunión de la FOMC fue a puertas cerrada (y trató) sobre
'temas de política monetaria a medio plazo', dijo Mortimer-Lee.
"(Unas) sesiones (similares) se realizaron en 2011 y llevaron a una
discusión de estrategias de salida y posteriormente a dibujar
formalmente la estrategia".
El Banco de Japón presentará el miércoles sus más recientes
decisiones de política y se espera que mantengan una visión optimista de
la economía, lo que sugeriría que no es probable una expansión
inmediata del estímulo.
Ni siquiera hay rumores de un endurecimiento de la política y se
prevé que el banco central japonés mantengan su marco de trabajo para la
política monetaria, bajo el cual incrementa su base monetaria en 60 a
70 billones de yenes (589.000 a 688.000 millones de dólares) por año con
agresivas compras de activos.
"La preocupación clave para el Banco de Japón es la debilidad en las
exportaciones y si los sueldos van a subir lo bastante para que los
consumidores sigan gastando", dijo Yoshiki Shinke, economista jefe del
Dai-ichi Life Research Institute.
Datos recientes de China han mostrado debilidad en la producción, la
inversión y el consumo, lo que eleva las expectativas de que el Banco
Popular presente alguna forma de estímulo si Pekín quiere cumplir con su
objetivo de un crecimiento de un 7,5 por ciento para este año.
La última lectura de China mostró que su sector manufacturero se
contrajo por cuarto mes seguido en abril. Los PMI de Estados Unidos y de
la zona euro se mantendrían estables en mayo, superando la marca 50,
que separa expansión de contracción.
Hasta hace poco las expectativas se habían centrado en que pudiera
ser el Banco de Inglaterra el primer gran banco central en adoptar
medidas de restricción en materia de política monetaria.
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