BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, cree infundadas las críticas
que apuntan a que su gobierno de gran coalición está aplicando medidas
que van en dirección contraria a las que ella propugna para los países
de la eurozona en crisis.
En su habitual videomensaje de los
sábados, la jefa del Gobierno alemán aseguró hoy que algunas de las
medidas que pactó con los socialdemócratas para que entrasen en el
ejecutivo no afectan a su política general de contención del gasto
público y ajuste presupuestario.
En este sentido, la canciller
destacó que el gobierno federal que lidera tendrá "déficit cero" en 2015
-el conjunto del estado lleva ya dos años consecutivos, 2012 y 2013,
con un ligero superávit.
Además, quiso "aclarar el malentendido"
de que todos trabajadores podrán jubilarse en Alemania con 63 años y
subrayó que la medida que estudia su Ejecutivo -que quienes hayan
cotizado 45 años puedan retirarse con 63- afectará a una minoría.
Para el resto de los trabajadores de la mayor economía europea la edad de jubilación se mantendrá en los 67 años, subrayó.
"Así
nos encontramos entre los países de Europa en los que la gran mayoría
de la población que ha dado este paso", el retrasar la jubilación hasta
los 67, algo que "aún no han hecho todos" los socios comunitarios,
agregó la canciller.
"En este sentido, puedo ir a otros países y seguir promoviendo reformas estructurales", argumentó Merkel.
Economistas
y empresarios alemanes han criticado varias de las medidas de impronta
socialdemócrata del tercer gobierno de Merkel, como el citado adelanto
de la edad de jubilación en algunos supuestos, la introducción de un
salario mínimo interprofesional y la mejora de ayudas por maternidad.
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