miércoles, 28 de mayo de 2014

Bruselas pide tests de estrés para verificar la resistencia de la UE a una nueva guerra del gas entre Ucrania y Rusia

BRUSELAS.- La Comisión Europea ha propuesto hoy realizar en los próximos meses tests de estrés que simulen una interrupción de suministro con el fin de verificar la resistencia de la UE a una nueva guerra del gas entre Ucrania y Rusia el próximo invierno. El objetivo es identificar posibles debilidades del sistema europeo y preparar planes de emergencia.

   A medio y largo plazo, la Comisión apuesta por "acelerar" las interconexiones energéticas pendientes, en particular en los países bálticos y nórdicos y en los países del sur de Europa, recurriendo a los fondos comunitarios. Bruselas ha identificado una lista de 33 proyectos prioritarios, que ya se publicó en octubre, y que incluye el gaseoducto Midcat entre Francia y España -que se encuentra en fase de estudio no tiene fecha de conclusión- así como la interconexión eléctrica entre los dos países, prevista para 2020.
   Estas medidas forman parte de la estrategia que ha presentado Bruselas este jueves para reducir la dependencia energética de la UE, especialmente respecto a Rusia. En la actualidad, la UE importa el 53% de la energía que consume, y ello le cuesta alrededor de 1.000 millones de euros al día. En particular, la dependencia externa asciende al 88% en el caso del petróleo, al 66% para el gas y al 42% para el carbón.
   Seis Estados miembros dependen completamente de Rusia para sus importaciones de gas: Finlandia, Eslovaquia, Bulgaria, Estonia, Letonia y Lituania. República Checa y Austria también son especialmente vulnerables, mientras que España, Portugal, Reino Unido e Irlanda son los únicos Estados miembros que no compran gas ruso.
Para garantizar la seguridad de suministro el próximo invierno, Bruselas propone como primera receta reducir el consumo. "El ahorro energético debe ser la primera respuesta a la dependencia energética", ha dicho el comisario de Energía, Günther Oettinger. De hecho, la Comisión Europea tiene previsto proponer en septiembre un objetivo obligatorio de eficiencia energética.
   El Ejecutivo comunitario pide además a los Estados miembros y también a Ucrania que durante los meses de verano aumenten al máximo el almacenamiento de gas. Como el invierno no ha sido frío, el nivel actual de almacenamiento se sitúa ya en el 56%. Finalmente, Bruselas apuesta por desarrollar gaseoductos que permitan un flujo en ambos sentidos y reducir la cantidad de gas que se usa en la calefacción y utilizar fuentes alternativas como renovables o petróleo.
   A medio y largo plazo, la Comisión propone ampliar al 15% el objetivo de interconexión de la capacidad eléctrica instalada de aquí a 2030. Los Estados miembros ya se han comprometido a llegar al 20% en 2020.
   Bruselas quiere también diversificar países suministradores y rutas de tránsito. En 2013, el 39% de las importaciones de gas de la UE procedió de Rusia, el 33% de Noruega y el 22% del norte de África (Argelia y Libia). El Ejecutivo comunitario propone aumentar las importaciones de Noruega y mantener su relación con el resto de socios fiables, pero también buscar nuevas rutas de suministro, por ejemplo en la cuenca del Mar Caspio, ampliando el Corredor Meridional de Gas, desarrollando el mercado mediterráneo del gas e incrementando los suministros de gas licuado.
   Finalmente, Bruselas apuesta por mejorar los mecanismos de solidaridad de los Estados miembros y aumentar la producción de energía autóctona. Para ello se precisa un mayor despliegue de energías renovables, una producción sostenible de combustibles fósiles, y el uso seguro de la energía nuclear en los países que opten por esta alternativa.
   La nueva estrategia será examinada por los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 en la cumbre que se celebrará a finales de junio en Bruselas.

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