FRANCFORT.- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha recortado este jueves los tipos de interés del euro hasta situarlos en un nuevo mínimo histórico del 0,15%,
y ha colocado por primera vez en la historia la tasa de depósitos en
niveles negativos, cumpliendo así con las expectativas de los mercados,
que daban por descontadas estas medidas.
En concreto, la
institución presidida por Draghi informa en un comunicado de que ha
recortado los tipos de interés desde el 0,25% en el que los situó en el
mes de noviembre de 2013, hasta un nuevo mínimo histórico del 0,15%.
Asimismo, también cobrará por primera vez en la historia a los bancos por guardar su dinero, al situar el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito en el -0,10%, una medida que los analistas desconocen qué impacto tendrá.
En
tercer lugar, el BCE también ha rebajado el tipo de interés aplicable a
la facilidad marginal de crédito en 35 puntos básicos, hasta situarse
en el 0,40%, con efectos, al igual que las otras dos rebajas, a partir
del 11 de junio de 2014.
Draghi anunció hoy que la entidad llevará a cabo este año dos inyecciones de liquidez a largo plazo por importe de 400.000 millones de euros, con un vencimiento de cuatro años, condicionadas a que los bancos presten a las empresas.
El
presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha anunciado
este jueves nuevas inyecciones de liquidez a largo plazo, así como la de
suspender la esterilización de las inyecciones de liquidez con las
compras de bonos, e iniciar los preparativos para la compra directa de
valores respaldados por activos (ABS), como parte del paquete de medidas
para fomentar el crédito en la eurozona.
En la rueda de prensa
posterior al Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), Draghi
ha explica que el BCE ha adoptado esta medida teniendo en cuenta las
previsiones económicas y el análisis de la transmisión de la política
monetaria.
El presidente del BCE asegura que con este paquete de
medidas buscan apoyar la concesión de crédito a la economia real y
confía en que contribuirán a que la inflación regrese a su objetivo del
2%.
Draghi ha presentado este jueves las nuevas proyecciones de la institución para la economía de la eurozona, que contemplan un menor crecimiento en la región en 2014 de lo anticipado en marzo y una inflación más débil de lo esperado en los próximos años.
En
concreto, el BCE espera que la economía de la eurozona crezca este año
un 1%, dos décimas menos de lo previsto en marzo. Por el contrario,
eleva en dos décimas la previsión de crecimiento para 2015, al 1,7% y
mantiene que el PIB se incrementará un 1,8% en 2016.
En el caso de
los precios, las proyecciones del BCE han sido revisadas a la baja
tanto para 2014, como para 2015 y 2016. En concreto, espera que este año
cierre en el 0,7%, frente al 1% previsto en el mes de marzo.
En 2015, la institución presidida por Mario Draghi espera que los precios subirán un 1,1%,
dos décimas menos de lo recogido en su anterior estimación, mientras
que en 2016 la tasa de inflación se situará en el 1,4%, frente al 1,6%
esperado hasta ahora.
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