BRUSELAS.- Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin,
aprobaron hoy cerrar el expediente que Bruselas había abierto a seis
países por acumular un déficit público excesivo, entre ellos la quinta y
sexta economía de la zona euro, Holanda y Bélgica, confirmaron hoy fuentes comunitarias.
Los Veintiocho respaldaron las
recomendaciones macroeconómicas por países en las que la Comisión
Europea aboga por dar por cerrado el proceso abierto a Austria, Bélgica,
Dinamarca, Holanda, Eslovaquia y la República Checa por superar el tope
máximo del 3 % de déficit marcado en la legislación comunitaria.
Estos
expedientes pueden suponer en última instancia una multa de hasta el
0,1 % del PIB para los países del euro y otras medidas de castigo para
los que conserven su divisa nacional.
La decisión ha sido tomada
después de comprobar que los seis países han tomado medidas para situar
el desvío de manera estable por debajo del 3 %.
El vicepresidente
de la Comisión Europea (CE) y responsable de Asuntos Monetarios y
Económicos, Olli Rehn, celebró el jueves tras el Eurogrupo que el número
de países con un expediente por déficit excesivo abierto se ha reducido
de los 24 que había en la primavera de 2011 a los 11 actuales.
Entre
ellos se encuentra España, que debe seguir aplicando ajustes para
situar su desvío presupuestario por debajo del 5,8 % este año y del 4,2 %
en próximo, para lograr llegar por debajo del límite del 3 % en 2016.
El
Gobierno español espera cumplir con estas metas, aunque la Comisión
Europea advirtió en sus últimas previsiones macroeconómicas de que, si
no se adoptan más medidas, el déficit público del país volverá a
aumentar hasta el 6,1 % en 2015.
El Ecofin respaldó además las
recomendaciones de Bruselas para Francia, que también se mantiene entre
los países incumplidores, en las que se insta al país a que haga más
esfuerzos reformistas y aplique más recortes a su gasto público.
Bruselas
y los socios europeos piden a París que afine las medidas del conocido
como pacto de responsabilidad y solidaridad, con el que Francia espera
ahorrar 50.000 millones de euros, para asegurar que cumple con el
objetivo de reducir el déficit público al 3 % del PIB en 2015.
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