miércoles, 11 de junio de 2014

Los países de la eurozona acuerdan un marco de recapitalización directa bancaria



BRUSELAS.- Los países de la eurozona alcanzaron un acuerdo para que el fondo de resolución bancaria cuente con capacidad para que pueda ayudar este mismo año en la recapitalización de los bancos en dificultades una vez que hayan utilizado al menos el 8% de su pasivo total para absorber déficits de capital.

Los líderes de la Unión Europea acordaron hace dos años que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) debía tener la opción de comprar directamente una participación en un banco para deshacer el 'vínculo vicioso' entre gobiernos endeudados y los bancos en dificultades a los que intentan ayudar.
El acuerdo del martes está basado en una propuesta realizada en mayo pasado por el presidente de ministros de Finanzas de la eurozona, Jeroen Dijsselbloem, que permitía la recapitalización directa de la banca una vez que hubieran utilizado el 8 por ciento de sus deudas totales.
La recapitalización directa de la banca por parte del MEDE está contemplada como una medida de último recurso.
"El instrumento podría ser activado en el caso de que un banco fracase en reunir capital suficiente por parte de fuentes privadas y si el país miembro del MEDE es incapaz por sí mismo de afrontar la recapitalización, incluido a través del instrumento de recapitalización directa del MEDE", dijo Dijsselbloem en un comunicado.
La capacidad del instrumento fue reducida finalmente a 60.000 millones de euros.
La crisis financiera global forzó a Europa a perseguir una unión bancaria, en lo que se ha convertido en el principal cambio de paradigma de la eurozona desde la creación de la moneda única, con el objetivo de asegurar una mejor supervisión y mejorar los mecanismos para prevenir crisis futuras.
La unión bancaria prevé en última instancia la supervisión única a partir de noviembre de este año por parte del Banco Central Europeo (BCE), mientras que una nueva agencia, la Comisión Europea y posiblemente ministros de los países miembro de la Unión Europea tendrán la potestad para decidir cómo afrontar los bancos en dificultades.
Si resulta que un banco tiene que ampliar capital hasta finales de 2015, tiene que dirigirse primero a inversores privados para recabar fondos y si no es capaz de conseguir suficiente capital, entonces puede puede pedir apoyo al gobierno.
Pero en un intento por reducir la necesidad de acudir a los fondos de la eurozona en un año de transición, habría que acudir en primera instancia a un fondo de resolución nacional o de garantías para que se use el dinero que se ha ido recaudando de las contribuciones de los bancos durante ese año, el equivalente al 0,1 por ciento de todos los depósitos de hasta 100.000 euros.
Únicamente cuando se haya agotado el fondo de resolución nacional, y se haya descontado el 8 por ciento de las obligaciones totales del banco, es cuando el fondo de resolución bancario de la eurozona puede empezar a comprar acciones del banco.
Cuando la directiva de resolución y recuperación bancaria de la UE entre plenamente en vigor a comienzos de 2016, no sólo los accionistas de un banco sino también los tenedores de deuda e incluso los clientes con elevados depósitos sufrirían pérdidas antes de que sea utilizado el dinero de los gobiernos o de la eurozona para salvar a un banco de la quiebra.
Los responsables de política monetaria de la UE llaman a este esquema 'bail-in', en contraposición al uso que se hace dinero de los contribuyentes o 'bailout' para rescatar a los bancos.

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