BRUSELAS.- Los jefes de Estado y de Gobierno y de la Unión Europea
fijaron hoy su agenda estratégica para los próximos cinco años en los
que prevén concentrarse en impulsar el crecimiento económico, generar
empleo y reducir la dependencia energética de los Veintiocho.
La hoja de ruta consensuada durante la cumbre europea celebrada este
jueves y viernes en Bruselas establece cinco prioridades, que tienen que
ver con el empleo; la protección de los ciudadanos; la energía y el
clima; el terrorismo, la inmigración y la delincuencia, y con el papel
de la UE en el exterior.
En el capítulo económico, los Veintiocho acordaron continuar con las
reformas para salir de la crisis, pero dieron margen para hacer "el
mejor uso de la flexibilidad" en lo que se refiere a la disciplina
presupuestaria.
"Hemos dicho muy claro en el texto que otorgamos la posibilidad de
hacer el mejor uso" de la flexibilidad incluida en el existente pacto
"para impulsar el crecimiento, promover la inversión, crear empleo y
reforzar la competitividad", dijo el presidente del Consejo Europeo,
Herman Van Rompuy, en rueda de prensa.
Sin embargo, el documento también deja claro que los Veintiocho
"respetan el actual Pacto de Estabilidad y Crecimiento" (PEC), por lo
que no será modificado para relajar las reglas.
Esta medida responde a las exigencias de Italia y Francia, que han
abierto un debate sobre las medidas de austeridad y la necesidad de
generar crecimiento.
Pese a ello, tanto el primer ministro italiano, Matteo Renzi, como el
presidente francés, François Hollande, consideran que eso puede hacerse
dentro de las reglas del PEC, que establecen que el déficit público no
debe superar el 3 % del PIB, ni la deuda pública el 60 %.
Esta concesión a la flexibilidad está también vinculada al hecho de
que Italia y Francia hayan dado su respaldo al candidato del Partido
Popular Europeo, Jean-Claude Juncker, a quien hoy los Veintiocho
propusieron para presidir la Comisión Europea con los votos en contra de
Reino Unido y Hungría.
A su vez, el texto recoge una consideración relativa a los principios
de proporcionalidad y subsidiariedad que busca contentar al primer
ministro británico, David Cameron, que demanda menos interferencia y
burocracia de las instituciones comunitarias.
"La Unión ha de concentrar su acción en los ámbitos en los que
realmente puede marcar la diferencia. Debe abstenerse de actuar cuando
los Estados miembros puedan lograr mejor los mismos objetivos", sostiene
el documento final.
Sobre esas bases, los Veintiocho han sentado los que serán sus objetivos básicos para el próximo lustro.
En primer lugar, destacan la necesidad de completar el mercado
interior y de fomentar el emprendimiento y la creación de empleo,
también para las pymes.
Facilitar el acceso a la financiación y la inversión, mejorar los
mercados laborales y reducir los impuestos sobre el trabajo son algunas
de las metas en este ámbito.
La inversión es otro de los capítulos que la Unión tratará de
impulsar, en especial en materia de infraestructuras de transporte,
energía y telecomunicaciones, así como en eficiencia energética,
innovación, investigación y educación.
En materia de energía y clima, la UE se ha marcado como reto reducir
la dependencia de las importaciones de combustible y gas, que ha
recobrado relevancia a raíz de la crisis entre Rusia y Ucrania.
"Para asegurar que nuestra energía en el futuro esté totalmente bajo
control queremos construir una Unión de la Energía para conseguir una
energía asequible, segura y sonstenible", reza el texto.
Desde un punto de vista más social, la UE quiere prestar especial
atención a la protección de sus ciudadanos, para seguir siendo vista
como un espacio de oportunidades, si bien recalca que los responsables
de los sistemas de bienestar son los Estados miembros.
El terrorismo y la inmigración son otras de las dos grandes
preocupaciones que determinarán la actuación europea durante los
próximos cinco años.
Mejorar la gestión de los flujos migratorios, que presionan en
particular a países como Italia y España; impulsar la prevención y la
lucha contra la delincuencia y el terrorismo, y reforzar la cooperación
judicial entre los Veintiocho serán tareas prioritarias.
La UE también se plantea cuál debe ser su papel en el exterior, y
apuesta por maximizar su influencia a través de la coordinación entre
socios comunitarios y la promoción de la estabilidad, la prosperidad y
la democracia en los países vecinos.
Desarrollar la cooperación en materia de seguridad y defensa mediante
el refuerzo de la Política de Seguridad Común y Defensa de forma
complementaria con la OTAN también figura entre las prioridades.
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