LA PAZ.- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pidió hoy al G-77 y China que condenen las prácticas dañinas del sistema
financiero y citó casos como el de los fondos de inversión
especulativos, o "fondos buitre", que compran deuda externa y
"estrangulan el crecimiento de los países".
En el plenario de la cumbre de este bloque, que se celebra desde ayer
en la ciudad boliviana de Santa Cruz (este), Fernández repasó el
proceso de recuperación de su país desde el colapso de su economía en
2001 y alertó de que las exigencias de los "fondos buitre" que han
comprado deuda lastran los esfuerzos argentinos por pagar sus
compromisos.
"Estamos haciendo este inmenso esfuerzo (de pagar deudas) que
contrajeron otros gobiernos y sin embargo este pequeño grupo de fondos
buitres pone en peligro no solo a la Argentina. Se pone en juego el
sistema financiero y económico internacional", advirtió la mandataria.
Fernández se preguntó "qué país va a reestructurar sus deudas" si,
después, los esfuerzos de los gobiernos se ven mermados "a partir de
maniobras de pequeños grupos con intereses en entramados políticos de
financiamientos de campañas".
"Aquí, en América del Sur, países que hemos logrado remontar décadas
de atraso (...) hoy vemos que quieren trasladarnos la crisis que otros
han producido", denunció y lamentó que los "fondos buitre" hayan
comprado deuda externa argentina a "un precio irrisorio".
Esos fondos, relató, "hoy exigen, bajo la amenaza de que se caiga
toda la reestructuración de la deuda, que se les pague a ellos de
diferente manera que al más de 90 % restante de acreedores que confiaron
en la Argentina" durante las reestructuraciones emprendidas en 2005 y
2010.
Por ello, apeló a la importancia de que el G-77 "se pronuncie contra
estas prácticas financieras y contra un modelo que se ha tornado
sistémico en el mundo en cuanto a expoliación".
"Aquí se rechaza el embargo (estadounidense) sobre Cuba, nosotros
también lo hacemos con mucho énfasis, pero los países con una deuda que
supera el 100 % de su producto interior bruto también tienen un embargo
que estrangula su crecimiento", espetó.
E insistió, como ya hizo en la última cumbre del G-20, bloque del que
Argentina también forma parte, en el surgimiento de un
"anarco-capitalismo" basado, ya no en la explotación y las plusvalías,
sino en la exclusión.
En ese sentido, se refirió al lema de esta cumbre del G-77, "Bajo un
nuevo orden mundial para vivir bien", y lamentó que "observando cómo
está el mundo, podemos decir que no estamos ni bien ni mejor, estamos
peor y en menos".
"En términos de seguridad y de paz mundial, es más que evidente que
las cuestiones han tendido a agravarse", consideró la mandataria, quien
puso de relieve "la fragilidad que implica tener un orden mundial basado
en poderes hegemónicos".
Por ello, instó al G-77 a que aborde "un nuevo sistema de normativas
aplicables a todos los países" y reclamó de nuevo reformas en el Consejo
de Seguridad de la ONU, "porque no puede ser que la seguridad del mundo
dependa sólo de un puñado".
"Y si uno mira la historia reciente, vemos que el unilateralismo no
es conveniente para nadie, ni siquiera para aquellos que lo ejercen",
agregó la presidenta argentina.
Fernández precisó que ese nuevo orden requiere un sistema económico
donde las calificadoras de riesgo, de las que no se sabe "a qué
intereses responden", no sean tan poderosas como ahora.
"Si no lo hacemos a tiempo (...) acabaremos convocando una reunión
con el lema 'hacia un nuevo orden mundial para poder seguir viviendo'",
concluyó.
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