LONDRES.- En la primera jornada del viaje de tres días al Reino Unido del primer ministro de China,
Li Keqiang, ambos países anunciaron la firma de nuevos acuerdos
comerciales por valor de 14.000 millones de libras (17.500 millones de
euros).
La visita de Li, que asumió el cargo en marzo de 2013, escenifica el
retorno de las relaciones fluidas entre Londres y Pekín, que se
enfriaron en 2012 cuando el primer ministro británico, David Cameron, se
reunió con el Dalai Lama, líder espiritual de los tibetanos.
El mandatario chino, que llegó hoy a la capital británica acompañado
por una delegación de empresarios de su país, fue recibido por la reina
Isabel II en el castillo de Windsor antes de reunirse con Cameron en su
residencia oficial de Downing Street.
En una rueda de prensa conjunta tras ese encuentro, el "premier"
británico anunció un plan de cooperación económica entre China y el
Reino Unido que calificó como "central" para revitalizar la economía
británica pues "asegurará empleo y crecimiento a largo plazo".
El contrato más importante que se cerró fue el acuerdo de 11.800
millones de libras (14.750 millones de euros) por el que la petrolera
británica BP suministrará gas natural licuado a la estatal china CNOOC
durante veinte años.
Los gobiernos chino y británico firmaron además un documento que
desarrolla el plan inicial para cooperar en la construcción de plantas
nucleares que se rubricó en octubre de 2013 durante una visita a Pekín
del ministro de Economía británico, George Osborne.
El nuevo documento establece que ambas naciones se comprometen a
fortalecer su colaboración estratégica en el "desarrollo de la energía
nuclear en el Reino Unido, China y en mercados de terceros países".
Como un primer paso en esa dirección, la británica Rolls-Royce
divulgó un acuerdo con el fabricante chino SNPTC para cooperar en la
fabricación de reactores nucleares.
La firma del Reino Unido ya ha producido el 40 por ciento de los
generadores diesel de emergencia instalados en las plantas nucleares
chinas en funcionamiento.
La Bolsa de Londres (LSE) cerró por su parte acuerdos con el Banco de
China y el Banco Agrícola de China para favorecer la entrada de capital
del país asiático en el Reino Unido y facilitar el acceso al crédito a
las empresas chinas.
Al mismo tiempo, los dos países divulgaron un plan conjunto para
combatir el cambio climático que incluye un programa de investigación al
que se dedicarán 20 millones de libras (25 millones de euros).
"La nuestra es una colaboración para favorecer el crecimiento, las
reformas y la innovación", dijo Cameron, quien subrayó que su objetivo
es "construir una relación bilateral y comercial mucho más fuerte" con
China.
El jefe del Gobierno británico aseguró que las relaciones comerciales
bilaterales entre ambos países han alcanzado "niveles récord" en los
últimos tiempos.
Las exportaciones británicas a China aumentaron en 2013 un 15 por
ciento y se han duplicado en los últimos cinco años, mientras el
conjunto de los intercambios comerciales alcanzó entre 21013 y 2014 los
8.000 millones de libras (10.000 millones de euros), una cifra mayor que
la registrada en el conjunto de los 30 años anteriores.
Li, por su parte, resaltó las oportunidades de negocio que pueden
abrirse para las empresas británicas que quieran operar en el gigante
asiático.
"El Reino Unido tiene una enorme capacidad tecnológica, lo que puede
formar un buen matrimonio con el vasto mercado chino", afirmó el primer
ministro.
El mandatario chino reiteró además su deseo de que la colaboración
con el Reino Unido no se limite al intercambio de capitales, sino que se
faciliten "las relaciones culturales y personales", y anunció que en
los próximos años unos 10.000 estudiantes chinos se matricularán en
centros británicos.
Tal y como se comprometió Osborne durante su visita a Pekín en
octubre, el Ministerio de Interior británico anunció hoy, coincidiendo
con la visita de Li, su plan para retirar trabas a la entrada de
turistas, estudiantes y empresarios chinos en el Reino Unido.
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