lunes, 30 de junio de 2014

Rusia contará con un sistema nacional de pago en menos de dos años

MOSCÚ.- Rusia podría contar en menos de dos años con un sistema nacional de pago y de transferencias bancarias, basado en tecnologías rusas, afirmó hoy la titular del Banco Central, Elvira Nabiullina. 

En una reunión de trabajo con el presidente Vladimir Putin, la gobernadora del principal ente emisor anunció que en un plazo de año y medio se crearán en territorio de la Federación centros de procesamiento y de operaciones con tarjetas magnéticas emitidas por nuestros bancos y con tecnologías rusas.

Comentó que en esos planes trabaja una comisión especial integrada por miembros del Gobierno y del Parlamento, mientras los especialistas seleccionan la tecnología apropiada para llevar a cabo esas ideas.

El presidente Putin anunció en marzo pasado la posibilidad de crear un sistema nacional de pago para sortear los obstáculos originados con los servicios de Visa y MasterCard a raíz de las sanciones unilaterales impuestas a Rusia por Estados Unidos y la Unión Europea, que afectan el sistema financiero y bancario.

Nabiullina dijo que en breve plazo las soluciones tecnológicas serán resueltas y en un año y medio podremos disponer de un sistema nacional de pagos, y eliminar así los problemas con las firmas financieras Visa y MasterCard, recalcó.

Indicó al respecto que el Banco Central lleva a cabo negociaciones con las citadas firmas internacionales para definir las condiciones de funcionamiento en territorio de Rusia.

Varios bancos rusos fueron incluidos en la lista de sanciones por Estados Unidos, por lo cual sus clientes quedaron desconectados de esos servicios.

En general, la titular evaluó de estable el desarrollo y funcionamiento del sistema crediticio-bancario nacional, con un aumento de activos en un 6,4 por ciento en los últimos cinco meses, y de los créditos a la economía en un 8,0 por ciento.

Recientemente, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, aclaró que la creación de un sistema nacional de pago no suponía la eliminación de otros mecanismos internacionales existentes como Visa o MasterCard, que controlan un 90 por ciento del mercado ruso de operaciones por tarjetas.

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