viernes, 13 de junio de 2014

El Banco de España alerta de que el logro de las cifras de déficit no se puede fiar sólo a la mejora económica

MADRID.- El Banco de España ha alertado de que el logro de los objetivos de déficit planteados a Bruselas (5,5% este año, 4,2% en 2015 y 2,8% en 2016) no puede fiarse únicamente a la mejoría de la situación cíclica, sugiriendo así que probablemente habrá que tomar nuevas medidas de ajuste.

   En su informe anual, el supervisor avisa además de que sólo un "estricto cumplimiento" de los objetivos programados permitiría detener la trayectoria ascendente de la deuda a partir del año 2015 y tras alcanzar el 101,7% del PIB.
   Así, asegura que la política económica debe mantener como objetivo prioritario la reducción del déficit, por lo que cree que un programa de consolidación fiscal de medio plazo bien definido podría contribuir a anclar las expectativas y facilitar la implementación de las medidas necesarias para reconducir la trayectoria del déficit hacia niveles "más confortables".
   Según el Banco de España, el proceso de consolidación fiscal debe venir acompañado también de la definición de una estructura de gastos e ingresos públicos más favorable al crecimiento económico.
   En el caso del gasto público, el supervisor recuerda que se encuentra en marcha un proceso de ajuste que se inició en 2012 con algunas actuaciones en materia de gasto sanitario y en educación, y que ha proseguido con la entrada en vigor de la reforma de la Administración Local, la Ley de Racionalización del Sector Público y otras medidas de reforma administrativa.
   "La culminación de estas reformas resulta esencial para asegurar una contribución del sector público a la actividad económica más eficiente, sentar las bases para lograr un ajuste de carácter duradero en el gasto público y situar las finanzas públicas en una mejor posición para asegurar su sostenibilidad a medio y largo plazo", señala el informe.
   Además, afirma que el proceso ganaría en "profundidad y coherencia" si estuviese acompañado de una evaluación y revisión integral del gasto público del conjunto de las administraciones públicas, en línea con las recomendaciones del Consejo Europeo.
   En este sentido, recuerda que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal tiene como objetivo garantizar el estricto cumplimiento de los principios de la ley mediante la evaluación continua del ciclo presupuestario y del endeudamiento público, así como el análisis de las previsiones económicas sobre las que se basa la programación presupuestaria.
   De cara al futuro, asegura que un funcionamiento adecuado de esta institución, junto con una mayor transparencia en la aplicación de los mecanismos coercitivos incluidos en la Ley de Estabilidad y un perfeccionamiento de la calidad de los nuevos datos de ejecución presupuestaria disponibles deberá ayudar a reforzar la credibilidad del proceso de consolidación fiscal.
   A pesar de los avances en la consolidación fiscal, el supervisor asegura que la magnitud del ajuste pendiente es todavía "significativa". En este contexto, la deuda pública se estabilizaría en 2015 en niveles ligeramente superiores al 100% del PIB, para comenzar a reducirse gradualmente con posterioridad.
   Según el Banco de España, no deben minimizarse los retos que plantea para el conjunto de la economía el mantenimiento de un nivel de deuda pública de estas características, por lo que es fundamental que el proceso de consolidación se complete "con éxito".
   A su parecer, el mantenimiento de unos niveles de deuda pública elevados tiene "efectos negativos importantes", lo que obliga a la política fiscal a priorizar la estabilización primero, y posteriormente a la reducción gradual de la ratio de deuda hacia niveles más reducidos.
   En este sentido, explica que el escenario macroeconómico de medio plazo sugiere que el proceso de reducción de la deuda exigirá necesariamente un ajuste fiscal "continuado y considerable", que debe anclarse en una estrategia creíble de medio plazo que permita estabilizar las expectativas de los agentes y mantener unos tipos de interés de largo plazo moderados.
   Para conseguirlo, asegura que resulta "fundamental" el cumplimiento estricto del marco actual de reglas fiscales nacionales y europeas. Asimismo, considera "importante" que este proceso se acompañe de una profundización en la aplicación de las reformas estructurales que posibiliten una mejora de las perspectivas de crecimiento económico en el medio plazo, que permitan también una mayor contribución de éste al proceso de desapalancamiento público.
   En la presentación del informe, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, destaca que se ha puesto "punto final" a una "larga y profunda recesión" a lo largo de 2013 y que los datos más recientes indican un reforzamiento de esta trayectoria en lo que ha transcurrido de 2014. Este cambio también se ha trasladado, según su análisis, al mercado de trabajo, de modo que en 2014 "ya se ha traspasado el umbral crítico de creación de empleo".
   Linde destaca que la política del BCE ha contribuido de "forma muy significativa" a configurar un entorno más favorable, pero indica que la consolidación fiscal y las reformas estructurales deben rendir plenamente sus frutos y facilitar así la vuelta de la economía a una senda de crecimiento y de creación de empleo.
   "A pesar de todo ello, la economía española no habría podido adentrarse en una fase de recuperación si no hubiera avanzado, como lo ha hecho, en la corrección de los desequilibrios y en el diseño e implementación del programa de reformas", añade Linde, quien no obstante advierte de que pese a los avances en el saneamiento de la economía española, la consolidación de la recuperación se enfrenta a "retos de gran alcance" por la profundidad de los efectos de la crisis.
   Así, afirma que el nivel de desempleo y el endeudamiento de los sectores residentes son "de gran magnitud" y su absorción requerirá un periodo de tiempo "considerable". Por ello, apela a la necesidad de continuar con el proceso de reformas, si bien admite que deberán hacerse en un entorno en que la baja tasa de inflación supone una "dificultad añadida" para avanzar en los ajustes pendientes.
   "Es importante que las reformas en los mercados de productos (ley de emprendedores, ley de garantía de unidad de mercado y las reformas de la ley concursal, entre otras) se instrumenten con celeridad y ambición. La perseverancia de este enfoque (...) permitirá asentar una senda de recuperación cada vez más firme (...) para la imprescindible reducción del alto nivel de desempleo, que constituye el legado más pesado de la crisis", subraya Linde.
   En este sentido, el Banco de España señala que la evolución de los márgenes empresariales durante la crisis revela la existencia de "obstáculos" a la competencia en algunos sectores que están dificultando la devaluación competitiva y aumentandos sus costes. Por ello, considera primordial profundizar en las reformas que incrementen la compentencia en los mercados de productos.

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