MADRID.- El Banco de España ha alertado de que el logro
de los objetivos de déficit planteados a Bruselas (5,5% este año, 4,2%
en 2015 y 2,8% en 2016) no puede fiarse únicamente a la mejoría de la
situación cíclica, sugiriendo así que probablemente habrá que tomar
nuevas medidas de ajuste.
En su informe anual, el supervisor avisa además de que sólo un
"estricto cumplimiento" de los objetivos programados permitiría detener
la trayectoria ascendente de la deuda a partir del año 2015 y tras
alcanzar el 101,7% del PIB.
Así, asegura que la política económica debe mantener como objetivo
prioritario la reducción del déficit, por lo que cree que un programa
de consolidación fiscal de medio plazo bien definido podría contribuir a
anclar las expectativas y facilitar la implementación de las medidas
necesarias para reconducir la trayectoria del déficit hacia niveles "más
confortables".
Según el Banco de España, el proceso de consolidación fiscal debe
venir acompañado también de la definición de una estructura de gastos e
ingresos públicos más favorable al crecimiento económico.
En el caso del gasto público, el supervisor recuerda que se
encuentra en marcha un proceso de ajuste que se inició en 2012 con
algunas actuaciones en materia de gasto sanitario y en educación, y que
ha proseguido con la entrada en vigor de la reforma de la Administración
Local, la Ley de Racionalización del Sector Público y otras medidas de
reforma administrativa.
"La culminación de estas reformas resulta esencial para asegurar
una contribución del sector público a la actividad económica más
eficiente, sentar las bases para lograr un ajuste de carácter duradero
en el gasto público y situar las finanzas públicas en una mejor posición
para asegurar su sostenibilidad a medio y largo plazo", señala el
informe.
Además, afirma que el proceso ganaría en "profundidad y
coherencia" si estuviese acompañado de una evaluación y revisión
integral del gasto público del conjunto de las administraciones
públicas, en línea con las recomendaciones del Consejo Europeo.
En este sentido, recuerda que la Autoridad Independiente de
Responsabilidad Fiscal tiene como objetivo garantizar el estricto
cumplimiento de los principios de la ley mediante la evaluación continua
del ciclo presupuestario y del endeudamiento público, así como el
análisis de las previsiones económicas sobre las que se basa la
programación presupuestaria.
De cara al futuro, asegura que un funcionamiento adecuado de esta
institución, junto con una mayor transparencia en la aplicación de los
mecanismos coercitivos incluidos en la Ley de Estabilidad y un
perfeccionamiento de la calidad de los nuevos datos de ejecución
presupuestaria disponibles deberá ayudar a reforzar la credibilidad del
proceso de consolidación fiscal.
A pesar de los avances en la consolidación fiscal, el supervisor
asegura que la magnitud del ajuste pendiente es todavía "significativa".
En este contexto, la deuda pública se estabilizaría en 2015 en niveles
ligeramente superiores al 100% del PIB, para comenzar a reducirse
gradualmente con posterioridad.
Según el Banco de España, no deben minimizarse los retos que
plantea para el conjunto de la economía el mantenimiento de un nivel de
deuda pública de estas características, por lo que es fundamental que el
proceso de consolidación se complete "con éxito".
A su parecer, el mantenimiento de unos niveles de deuda pública
elevados tiene "efectos negativos importantes", lo que obliga a la
política fiscal a priorizar la estabilización primero, y posteriormente a
la reducción gradual de la ratio de deuda hacia niveles más reducidos.
En este sentido, explica que el escenario macroeconómico de medio
plazo sugiere que el proceso de reducción de la deuda exigirá
necesariamente un ajuste fiscal "continuado y considerable", que debe
anclarse en una estrategia creíble de medio plazo que permita
estabilizar las expectativas de los agentes y mantener unos tipos de
interés de largo plazo moderados.
Para conseguirlo, asegura que resulta "fundamental" el
cumplimiento estricto del marco actual de reglas fiscales nacionales y
europeas. Asimismo, considera "importante" que este proceso se acompañe
de una profundización en la aplicación de las reformas estructurales que
posibiliten una mejora de las perspectivas de crecimiento económico en
el medio plazo, que permitan también una mayor contribución de éste al
proceso de desapalancamiento público.
En la presentación del informe, el gobernador del Banco de España,
Luis María Linde, destaca que se ha puesto "punto final" a una "larga y
profunda recesión" a lo largo de 2013 y que los datos más recientes
indican un reforzamiento de esta trayectoria en lo que ha transcurrido
de 2014. Este cambio también se ha trasladado, según su análisis, al
mercado de trabajo, de modo que en 2014 "ya se ha traspasado el umbral
crítico de creación de empleo".
Linde destaca que la política del BCE ha contribuido de "forma muy
significativa" a configurar un entorno más favorable, pero indica que
la consolidación fiscal y las reformas estructurales deben rendir
plenamente sus frutos y facilitar así la vuelta de la economía a una
senda de crecimiento y de creación de empleo.
"A pesar de todo ello, la economía española no habría podido
adentrarse en una fase de recuperación si no hubiera avanzado, como lo
ha hecho, en la corrección de los desequilibrios y en el diseño e
implementación del programa de reformas", añade Linde, quien no obstante
advierte de que pese a los avances en el saneamiento de la economía
española, la consolidación de la recuperación se enfrenta a "retos de
gran alcance" por la profundidad de los efectos de la crisis.
Así, afirma que el nivel de desempleo y el endeudamiento de los
sectores residentes son "de gran magnitud" y su absorción requerirá un
periodo de tiempo "considerable". Por ello, apela a la necesidad de
continuar con el proceso de reformas, si bien admite que deberán hacerse
en un entorno en que la baja tasa de inflación supone una "dificultad
añadida" para avanzar en los ajustes pendientes.
"Es importante que las reformas en los mercados de productos (ley
de emprendedores, ley de garantía de unidad de mercado y las reformas de
la ley concursal, entre otras) se instrumenten con celeridad y
ambición. La perseverancia de este enfoque (...) permitirá asentar una
senda de recuperación cada vez más firme (...) para la imprescindible
reducción del alto nivel de desempleo, que constituye el legado más
pesado de la crisis", subraya Linde.
En este sentido, el Banco de España señala que la evolución de los
márgenes empresariales durante la crisis revela la existencia de
"obstáculos" a la competencia en algunos sectores que están dificultando
la devaluación competitiva y aumentandos sus costes. Por ello,
considera primordial profundizar en las reformas que incrementen la
compentencia en los mercados de productos.
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