LONDRES.- El diario británico 'Financial Times' dedica en su edición de este martes un informe especial a España, donde al tiempo que destaca la recuperación de la economía y la "renacida" confianza en el sector bancario, advierte de una creciente crisis institucional, junto a un elevado desempleo y síntomas de que la oportunidad de encontrar 'gangas' ya ha pasado.
A lo largo de las cuatro páginas del informe Invest' in Spain',
'FT' repasa distintos aspectos de la economía y la política en España,
incluyendo desde la crisis del bipartidismo y las instituciones del
Estado, al impacto del elevado desempleo, la recuperación del sector
bancario, las oportunidades que ofrece Latinoamérica o la apuesta por
España de los fondos de inversión.
Así, el rotativo de referencia en la 'City' pone de manifiesto el
"renacer" de la confianza entre la banca española con un incremento de
la rentabilidad por la disminución de las provisiones, aunque la tasa de
morosidad se mantiene en niveles elevados.
En este sentido, el periódico apunta que las entidades españolas
deben aún superar el obstáculo del examen que llevará a cabo este otoño
el Banco Central Europeo (BCE), que los banqueros españoles esperan con
un mejor ánimo que sus colegas europeos.
Por otro lado, destaca cómo las empresas españolas,
particularmente aquellos grandes grupos vinculados a la construcción,
han respondido al estallido de la burbuja inmobiliaria española buscando
oportunidades en el exterior.
En concreto, 'FT' subraya que estas compañías han unido sus
esfuerzos para adjudicarse importantes contratos en el extranjero, como
las obras de ampliación del Canal de Panamá o el tren de alta velocidad
en Arabia Saudí, o han adquirido importantes empresas en el exterior.
Por otro lado, el reportaje destaca cómo a medida que las cuentas
públicas han mostrado signos de estabilización y ha desaparecido el
riesgo de ruptura de la zona euro, se "ha esfumado" el temor de muchos
gestores de fondos a acercarse a activos españoles.
La lógica tras el retorno a España de estos fondos varía en función
de cada clase de institución, desde los que buscan oportunidades para
lograr un rápido beneficio, a los que buscan empresas de calidad, pero
infravaloradas, para inversiones a mayor plazo.
Sin embargo, a pesar de señalar el potencial que puede representar
para estos fondos la necesidad de la banca y, quizás del propio Estado,
de reducir sus participaciones empresariales, "la mayoría de los
gestores coincide en que la oportunidad de hacer dinero rápido en España
puede haber pasado".
Hace dos o tres años, el sentimiento hacia España era
excesivamente negativo, apunta Gabriel Caillaux, socio del fondo
londinense General Atlantic. "Ahora, el negocio está desapareciendo.
Puede que haya desaparecido ya", añade.
Por su parte, Jaime Bergel, de HIG Europe, advierte de que los
inversores se han vuelto demasiado optimistas sobre España. "El gasto
público y privado aún no se ha recuperado", apunta.
"España no estaba tan mal como los inversores pensaban hace dos
años y no pienso que sea El Dorado que la gente piensa ahora", advierte a
su vez Jorge Quemada, de Cinven.
Además de las dificultades directamente relacionadas con la
economía, el diario británico destaca una segunda crisis en España
vinculada a la pérdida de confianza de los ciudadanos en instituciones
como los partidos políticos tradicionales, la magistratura o incluso la
monarquía.
"Reconstruir la confianza en el Estado y sus instituciones
supondrá un esfuerzo hercúleo y en esta ocasión ni la Comisión Europea
ni el BCE ni el Fondo Monetario Internacional estarán ahí para ayudar",
señala.
De este modo, mientras los dos grandes partidos ven amenazado su
tradicional dominio de la escena política nacional, 'FT' señala a la
cuestión catalana como el principal riesgo para la estabilidad en España
desde el restablecimiento de la democracia, aunque apunta que estos
temores aún no han calado entre los inversores.
"Espero que los mercados tengan razón y los españoles ecuentren
alguna fórmula de resolver las tensiones", señala Luis Garicano,
profesor de la London School of Economics.
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