BRUSELAS.- Los responsables de la Unión Europea han ofrecido a Reino Unido
varias opciones amistosas para tratar de evitar que una cumbre el
viernes acabe con aislamiento y derrota, pero el primer ministro David
Cameron las ha rechazado, prefiriendo sus principios.
Los responsables de la UE han se preguntan qué cargo de la Comisión Europea podría querer Reino Unido o cuáles son sus prioridades para los
próximos años y cómo cree que se deberían asignar los principales
puestos en la UE, pero Cameron ha evitado el debate.
Fuentes de la UE dijeron que el presidente del Consejo Europeo,
Herman Van Rompuy, que presidirá la cumbre, pasó dificultades para
encontrar hueco para maniobrar en una tensa reunión de 30 minutos con el
líder británico en Londres el lunes.
En su lugar, según los responsables británicos, Cameron está
decidido a permanecer firme en lo que ve en la UE tras un proceso
erróneo para nombrar al próximo presidente de la Comisión Europea y la
elección de la persona equivocada para el cargo, incluso si eso le
cuesta a Reino Unido unos socios que necesita.
"Merece la pena luchar por algunos principios", dijo una persona
cercana al pensamiento de Cameron. "Cree en esto. No está de acuerdo en
dar poder al Parlamento Europeo y no nos comprarán".
Los cálculos de Cameron parecen incluir el querer presentarse ante
los británicos la próxima semana diciendo que habló sinceramente con los
líderes europeos y permaneció firme, más que comprometerse en un asunto
divisorio en su país como es Europa.
Aunque otros líderes han expresado en privado sus reservas sobre el
proceso y la elección de Jean-Claude Juncker para el cargo de presidente
de la Comisión, sólo Cameron ha hecho de ellos un caso público. Esa
honestidad espera que le dé puntos en casa.
Preguntado sobre lo que pasaría después de la cumbre del viernes, un
responsable británico dijo que Cameron podría dirigirse al Parlamento
el lunes y dar su visión.
"Será un mensaje muy claro", dijo el responsable.
Pero desde el punto de vista de Europa, la estrategia de Cameron no podría ser más opaca.
"Cameron no parece tener una estrategia para lo que pase después del
viernes", dijo un diplomático europeo con conocimiento de la reunión
con Van Rompuy. "Las conversaciones no fueron constructivas en absoluto.
Cameron no dio el brazo a torcer, lo cual lo hace muy difícil",
Aunque es posible que haya un cambio de opinión en tres días,
ninguna opción parece muy probable e incluso parece que Van Rompuy
tendrá que convocar una votación sobre Juncker, exprimer ministro de
Luxemburgo del que Reino Unido dice que es un federalista de la vieja
escuela para una Europa moderna.
Si se vota, lo cual no ha ocurrido en la historia reciente porque
los líderes de la UE operan normalmente por consenso, es posible que
Cameron pierda por 26 a 2 votos, con el único apoyo de Hungría.
Eso aislaría a Reino Unido al igual que en diciembre de 2011, cuando
Cameron vetó las nuevas normas fiscales para la zona euro.
Cameron ha sugerido que Van Rompuy retrase la votación y espere a
que se acuerden el resto de cargos de la UE - entre ellos el que ocupa
actualmente Rompuy, otro de jefe de la diplomacia y un presidente de los
ministro de Finanzas europeos.
Los responsables dicen que Van Rompuy no lo retrasará, en parte
porque si lo para, el Parlamento Europeo podría aprobar una resolución
que fuerce a los líderes de la UE a nombrar a Juncker.
La canciller alemana, Angela Merkel, que ha sufrido el escarnio
público en su país al haber intentado complacer inicialmente a Cameron,
también está interesada en no alargar cualquier enfrentamiento.
La preocupación entre los líderes europeos es que Reino Unido se
mueve inexorablemente hacia la salida de la UE después de 41 años de
pertenencia, pese a que Cameron ha dicho que no es lo que quiere y no
hay motivos obvios para que eso suceda.
Algunos sondeos de opinión muestran que la mayoría de los británicos
preferirían abandonar el club, y Cameron ha prometido un referéndum
para 2017 si es reelegido el próximo año.
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