domingo, 6 de julio de 2014

El FMI constata un impulso de la actividad económica mundial menor del previsto


PARÍS.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha asegurado hoy que la actividad mundial podría registrar un impulso menos fuerte del previsto, debido a un nivel de inversiones bajo y a un potencial de crecimiento más débil. 

La actividad económica mundial se debería, a su juicio, fortalecer en la segunda mitad de este año y acelerarse en 2015, aunque el impulso podría ser más débil de lo esperado. Christine Lagarde indicó además un leve recorte en los pronósticos de crecimiento del FMI

En un discurso en Aix-en-Provence, Lagarde ha afirmado que en los países avanzados la recuperación "es modesta y frágil", mientras que en los emergentes y en desarrollo avanza a un ritmo "menos acelerado" que anteriormente.
La directora del FMI ha estimado que, en el contexto actual, la apuesta por las inversiones, tanto públicas como privadas, puede contribuir al refuerzo del crecimiento, especialmente en las economías avanzadas.
Lagarde no ha entrado en la situación de cada país a la hora de dar recomendaciones porque su organismo ofrecerá las cifras revisadas en una quincena, pero sí ha avanzado que la sostenibilidad de la deuda pública y condiciones de financiación aceptables son los dos imperativos que determinan la posibilidad de invertir.
"No se puede proclamar 'urbi et orbi' que hace falta relanzar las inversiones, porque las necesidades difieren según las economías", ha indicado la directora gerente, que ha destacado que si se cumplen las condiciones citadas el aumento de las inversiones podría "estabilizar o reducir el ratio entre la deuda pública y el producto interior bruto (PIB)".
Lagarde ha apuntado que la crisis económica ha provocado un descenso de las inversiones en tres sectores clave: las empresas, en particular en la zona euro; la vivienda, "que cayó en picado en países como España", y el sector público.
La representante del FMI ha visto "indispensable" conservar los avances logrados tras los ajustes presupuestarios, pero ha subrayado que si el proyecto de inversiones está "bien pensado", éste puede tener un "efecto positivo, especialmente en periodos de atonía".
Lagarde ha apostado por el estímulo a la cooperación entre el sector público y el privado, y ha señalado que la reducción del coste del capital y la desaparición de ciertas incertidumbres, como la viabilidad de la zona euro, hacen pensar que las inversiones privadas deberían de volver a crecer.
En su discurso ha recalcado que las reglas que limitan la competencia frenan igualmente las inversiones, y ha hecho hincapié en que "las medidas de apoyo a la demanda, pese a la buena voluntad de los bancos centrales, tocarán su techo", por lo que hay que reforzar también "la capacidad de oferta".
Lagarde dijo que las políticas acomodaticias de los bancos centrales podrían tener un impacto limitado sobre la demanda y que los países también deberían impulsar el crecimiento con inversiones en infraestructura, educación y sanidad, siempre que su deuda siga siendo sostenible.
La actualización de las previsiones del FMI, que se espera para este mismo mes, serán "levemente diferentes" a las publicadas en abril, dijo.
En abril, el FMI estimó que la producción global crecerá un 3,6 por ciento en 2014 y un 3,9 por ciento en 2015.
"La actividad global está aumentando, pero el ritmo podría ser menos fuerte de lo que habíamos esperado debido a que el potencial de crecimiento es más débil y la inversión (...) sigue siendo tenue", declaró en una conferencia económica en el sur de Francia.
Lagarde estimó que el crecimiento en China este año sería de entre el 7 y el 7,5 por ciento.
La responsable prometió más inversión pública y dijo que el "déficit en inversiones" tanto en el sector público como en el privado estaba lastrando el crecimiento en muchos países.
"Pese a las muchas respuestas a la crisis (...) la recuperación es modesta, trabajosa, frágil y las medidas para impulsar la demanda, pese a la buena voluntad de los bancos centrales, encontrará sus límites", sostuvo.
"Por lo tanto, debemos dar pasos para fortalecer los esfuerzos por el crecimiento. Esta es la oportunidad de una serie de países para relanzar la inversión sin que amenace la viabilidad de sus finanzas públicas", agregó.
Lagarde dijo varias veces durante su discurso que aunque ahora podría ser el momento para que varios países eleven la inversión pública, no todos ellos podrían hacerlo.
El impacto positivo de las inversiones públicas sobre el crecimiento podría ser lo suficientemente fuerte como para permitir la realización de algunos proyectos estatales sin que eso pese en los ratios de deuda/producto interior bruto (PIB), dijo.
Después de un primer trimestre que fue mucho más decepcionante de lo previsto, ahora existe un marcado repunte en la economía estadounidense, observó.
Lagarde afirmó que el crecimiento de la mayor economía del mundo debería acelerarse, siempre y cuando el retiro de la política monetaria expansiva por parte de la Reserva Federal sea ordenado y exista un marco presupuestario preciso a mediano plazo.
La zona euro está saliendo lentamente de una recesión y es importante que los países sigan realizando reformas, incluida la unión bancaria, agregó.
Lagarde sostuvo que el FMI no espera una desaceleración "brutal" en China.
"Mirando a países emergentes de Asia, y en particular a China, podemos estar tranquilos porque no vemos una desaceleración brutal, sino una leve desaceleración de un crecimiento que se ha vuelto (...) más sostenible y que vemos en un 7 a un 7,5 por ciento este año", precisó.

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