jueves, 24 de julio de 2014

Los Brics y su nuevo banco / Ángel Tomás *

Los campeonatos mundiales de fútbol celebrados recientemente en Brasil han servido también para reunir a los altos dignatarios de cinco de las más grandes economías mundiales, China, Rusia, Brasil, India y Sudáfrica, para dar vida a un Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), que como su nombre indica, tiene por objeto el desarrollo de infraestructuras que impulsen el crecimiento de sus economías y la de aquellas emergentes que en su seno y por unanimidad sean seleccionadas.

Firmada su constitución se han hecho públicos sus estatutos, en los que se especifica el capital inicial, 50.000 millones de dólares con desembolsos iguales a quintas partes, más capacidad de otros 100.000 para financiación, y otros 100.000 reservados para posibles crisis de liquidez de alguno de sus socios agrupados. 

La sede central se ha fijado en Shanghai en compensación a la negativa de aceptar una mayoría de aportación y decisión solicitada por China, cuyo PIB supera muy sobradamente el acumulado del resto de sus cuatro socios y cuya economía unida a la de Rusia superan también a la primera mundial, EEUU. A Rusia se le ha asignado la responsabilidad de la transparencia de la gestión del nuevo Banco, y a Sudáfrica la sede del Centro Regional Africano (CRA), dependiente de Shanghai.

ORIGEN DE LOS BRICS

En 1944, cuarenta y cuatro países se unieron para crear un Ente que coordinara sus relaciones comerciales y que hiciera frente a la cobertura de las obligaciones financieras coyunturales de alguno de sus miembros. Para ello, dos entidades financieras, el Banco Mundial (BM) y el Fondo monetario Internacional (FMI), conforman la columna vertebral de la gigantesca organización. Quedaba consagrada la que se ha dado en llamar Economía Globalizada, aún imperfecta e infrautilizada, y, en algunos casos, en beneficio propio individual con nociva repercusión para el resto del colectivo.

Han transcurrido casi siete décadas desde su constitución sin que la armonía interna se haya consolidado, y sin que a juicio de los disidentes las entidades financieras creadas hayan cumplido todos sus objetivos. Bien es verdad que una "economía política" equilibrada tiene como el mayor antagonista una "política económica" dirigida por gestores con filosofías partidistas y en la mayoría de los casos sin la capacidad y preparación suficiente y necesaria.

Las cinco potencias recientemente unidas, no conformes con la efectividad que esperaban o les convenía, no han deseado continuar financieramente dentro de las instituciones existentes, y han dado vida a un nuevo banco paralelo, más restringido, más manejable y acorde con sus intereses, capaz de responder a una nueva estructura de relaciones comerciales y de desarrollo, según sus propias manifestaciones recientes. 

Las cinco potencias mencionadas han bautizado su unión con el nombre de BRICS, propuesto por Jim O'Neill, sin que debamos olvidar que la suma de sus economías asume más del cincuenta por ciento del crecimiento global generado en el último quinquenio.

DE LAS ECONOMÍAS DE LOS CINCO

Si el nuevo Banco pretende una posición diferente a la hasta ahora ofrecida para los países en desarrollo, y la fortaleza de aquel ha de depender de la solidez de sus fundadores, resulta del máximo interés un somero análisis de la coyuntura económica actual de los mismos, más aún si tenemos en cuenta que 2014 no ofrece datos positivos y esperanzadores para los BRICS, y que, posiblemente, habrán de garantizar también el crecimiento y financiación de desequilibrios a los componentes de la Unión de Naciones Suramericanas (UNS), invitada a la reciente cumbre constitucional brasileña:

China.- Segunda economía mundial, con un crecimiento del PIB ligeramentesuperior al 7%. Se ha visto afectada en sus exportaciones como consecuencia de la disminución del consumo debido al estallido de la actual crisis mundial a finales de 2007, cuyas consecuencias no han sido aun totalmente superadas. También pesa sobre ella la amenaza de una posible burbuja inmobiliaria, para la que se han adoptado medidas preventivas de contención, aún de dudoso resultado.

Rusia.- Undécima potencia económica mundial, padece las consecuencias de la crisis Ucraniana, que junto a sus desavenencias con importantes economías le han provocado recesión y abandono de su habitual crecimiento.

Sudáfrica.- Rica en primeras materias, está sometida a la volatilidad del mercado financiero de las mismas y a la influencia de las disponibilidades y políticas económicas de los Estados compradores, lo que le ha provocado desequilibrios sociales importantes en su actividad minera.

India.- Mantiene su línea de crecimiento que la ha llevado a posicionarse en décima posición mundial, si bien su gráfico muestra un desarrollo de importantes oscilaciones de signo positivo y negativo, pero con un avance técnico y productivo de resultados esperanzadores.

Brasil, merece algo más de atención por los acontecimientos desarrollados recientemente, que han ocasionado el estancamiento de su economía, inflación, déficit exterior y endeudamiento excesivo, que pueden provocar la pérdida de su séptima posición en el orden económico mundial. La declinación acelerada del país se justifica por los siguientes hechos: 

a) la importación masiva de productos de origen chino, cuyos bajos costes han impedido el autoabastecimiento interno y la mejora de la productividad industrial. 

b) las desproporcionadas inversiones faraónicas carentes de rentabilidad unas, desacertadas otras, y las aplicadas a obras de infraestructura pensadas para el impulso de la economía, muchas de ellas suspendidas de ejecución, sin que la productividad haya podido conseguir competitividad interna ni mejorar la balanza exterior, y 

c) una impresionante inversión en infraestructuras, auténtico derroche provocador de un endeudamiento de difícil amortización, y barrera paralizante a las medidas impulsoras del crecimiento económico.

Los rectores de la política económica olvidan con demasiada frecuencia que las costosas inversiones en infraestructuras, necesarias para el crecimiento, han de desarrollarse en armonía con el también desarrollo de la productividad efectiva, y ésta nunca es de efecto rápido. Necesita: mucho tiempo, preparación planificada, disciplina de trabajo, innovación técnica y experiencia probada incluso en los errores y fracasos.

Olvidan también que la competitividad sólo la alcanza el tejido empresarial, aportando dirección, creatividad e inversión. Los Estados y las Uniones Internacionales sólo deben ser responsables del apoyo, la colaboración, el orden, el equilibrio y facilitar el acceso a los mercados internacionales.

Del análisis anterior y del dudoso éxito colectivo obtenido por otras instituciones financieras internacionales, cabe formularnos algunas preguntas que sólo el tiempo dará cumplida respuesta: 

¿Cuál será el alcance real del nuevo banco creado por los BRICS? ¿Su gestión colegiada y de intereses contrapuestos cumplirá con sus objetivos estatutarios? ¿Será armónica y beneficiosa junto a la desarrollada por el FMI y el BM? ¿Qué tiempo necesitará el nuevo banco para lograr ser operativo? ¿No será un arma política para las economías dominantes de sus fundadores? ¿El nuevo Ente analizará en profundidad el otorgamiento de sus financiaciones y controlará y hará cumplir el retorno de las mismas?...

(*) Economista y empresario

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