LISBOA.- Los intereses que penalizan la deuda lusa caían hoy con fuerza en la
primera sesión tras la mejora de Moody's de la nota de Portugal, lo que
coloca al país a un solo escalón de abandonar las calificaciones
consideradas "bonos basura".
El alivio de la presión en el mercado secundario -en el que los
inversores intercambian títulos adquiridos en subasta pública- llevó de
hecho a sus obligaciones a dos años a marcar un nuevo mínimo histórico,
establecido hoy en el 0,73 %.
Estas cifras contrastan con los momentos de mayor presión que vivió
el país, en enero de 2012, cuando las dudas sobre sus cuentas públicas y
su futuro dispararon las tasas a este mismo vencimiento por encima del
21 %.
A cinco años, sus títulos se pagaban hoy al 2,2 % de interés, y a
diez años -el plazo de referencia- la rentabilidad exigida por los
inversores caía por debajo del 3,6 %.
Los analistas atribuyeron esta relajación del mercado al optimismo
infundado por la agencia Moody's, que anunció en la madrugada del sábado
que decidía subir un peldaño su nota de Portugal hasta "Ba1" gracias,
sobre todo, a su confianza en que "la consolidación fiscal prosiga por
el mismo camino".
Los técnicos de la agencia desestimaron el impacto que puede tener en
las cuentas públicas el escándalo del Grupo Espírito Santo, uno de los
emporios empresariales más importantes del país y entre cuyos activos
destaca el Banco Espírito Santo (BES).
La detección de irregularidades contables en sociedades financieras
del grupo y el riesgo de insolvencia que amenaza a varias de sus
empresas ha puesto en alerta a las autoridades lusas.
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