WASHINGTON.- Los cancilleres de El Salvador, Guatemala y Honduras señalaron hoy
que trabajarán con Estados Unidos para atajar la crisis migratoria
generada por la llegada irregular a este país de miles de niños sin
compañía y para establecer soluciones a largo plazo que permitan
prosperar a sus ciudadanos.
Los ministros de Exteriores de El
Salvador, Hugo Martínez; de Guatemala, Luis Fernando Carrera Castro; y
de Honduras, Mireya Agüero de Corrales, de visita en Washington para
tratar esta crisis migratoria con las autoridades estadounidenses,
participaron en un coloquio en el centro de análisis políticos Woodrow
Wilson.
La droga, la violencia de las pandillas, el negocio que
han encontrado los "coyotes" con el tráfico ilegal de migrantes y la
falta de inversión para el desarrollo económico están entre las causas
que apuntaron los ministros para este flujo migratorio que afecta a
familias enteras.
La ministra hondureña recordó que el 80 por
ciento de la droga que entra en Estados Unidos pasa por su país, por lo
que consideró que hay que ver el problema con la perspectiva de quiénes
son los países productores, de tránsito y los países consumidores.
Los
países centroamericanos "tenemos que asumir nuestra responsabilidad",
reconoció, pero señaló que la falta de oportunidades, los niveles de
violencia y la exclusión social en su país "no es solo de los
hondureños, es un problema integral vinculado a ser un país de transito
(de drogas)".
"Lo que creímos que era una bendición de ser puente
entre el sur y el norte se ha convertido en nuestra peor tragedia", dijo
la ministra, que señaló la relación que hay entre las ciudades más
violentas y las ciudades emisoras del mayor flujo migratorio.
Por
su parte, el canciller guatemalteco señaló que el problema no tiene una
"causa única" y relacionó el descenso desde 2011 de niños migrantes
mexicanos con un incremento de "coyotes" (traficantes) en Centroamérica,
que han "convencido" a las familias, que pagan entre 5.000 y 7.000
dólares, de que "si viajaban ahora iban a recibir un permiso".
Los
ministros acompañan a los presidentes quienes se reunirán mañana viernes en
la Casa Blanca con el presidente estadounidense, Barack Obama, para
tratar el tema de la migración infantil no acompañada y la violencia en
la región centroamericana.
Lo que pedirán a Obama es que se
respeten los derechos de los menores, "se lleve el debido proceso, y que
tengan la posibilidad de acudir a las instancias legales que
corresponde", según dijo el canciller salvadoreño, a lo que su colega
hondureña agregó que pedirán que se haga "lo que es humanamente correcto
hacer".
Si bien dijeron que están tratando de hacer su parte,
señalaron que todavía tienen que dedicar grandes partidas
presupuestarias a seguridad, el 20 % del PIB en el caso de Honduras,
mientras que a programas de salud se destina el 1,8 %.
"Si no rompemos este círculo vicioso, una cosa impacta a la siguiente", dijo la ministra.
Por
eso, pidieron ayuda "para entrar de lleno en las medidas de mediano y
largo plazo", dijo el ministro salvadoreño, que permitan "generar
oportunidades en los lugares de origen de la población migrante" con
programas educativos y de formación vocacional, para que "la migración
sea una opción, no una obligación".
El canciller guatemalteco
adelantó que se coordinarán acciones "inmediatas" para detener el flujo
de niños, por el peligro que corren los menores, pero también para
"establecer patrones" que permitan tratar el asunto a medio y largo
plazo, para lo cual se han mantenido reuniones con legisladores
demócratas y republicanos.
Agüero señaló que esta crisis es una
llamada de atención para todas las partes y afirmó que no se puede
obviar que la inmigración es "un fenómeno global", por lo que "cuanto
más se endurecen las leyes, más sofisticadas se hacen las redes de
tráfico ilegal de personas, y cuanto más difícil es cumplir un objetivo,
el viaje es más caro, hay más riesgos, todo tiene una correlación".
No hay comentarios:
Publicar un comentario