MIAMI.- La segunda mayor tabaquera de EE.UU., RJ Reynolds
Tobacco, prepara una apelación con la cual recurrir uno de los mayores
veredictos judiciales emitidos contra una compañía del sector, tras el
fallo de un jurado de Florida que establece una indemnización de 23.600
millones de dólares a favor de la viuda de un fumador.
El pasado viernes, un jurado del condado Escambia, en el extremo
oeste de Florida, emitió una sentencia a favor de la residente de
Pensacola, Cynthia Robinson, quien en 2008 entabló una demanda contra la
compañía en nombre de su esposo, Michael Johnson, fallecido en 1996 por
cáncer al pulmón.
El veredicto, alcanzado tras un juicio que duró cuatro semanas,
establece además el pago de 16.800 millones de dólares por parte de la
compañía, por concepto de "daños compensatorios", lo que eleva el monto
total hasta más de 40.000 millones de dólares.
"Este veredicto va mucho más allá del ámbito de lo razonable y justo y
es totalmente inconsistente con las pruebas presentadas", manifestó en
un comunicado J. Jeffery Raborn,
vicepresidente y asesor legal adjunto de la compañía.
Raborn señaló que la firma apelara el fallo y espera que el "tribunal
respete la ley" y ratifique ese "veredicto desmedido", que obliga al
pago de una indemnización "gravemente excesiva e inadmisible bajo las
leyes estatales y constitucionales".
Este caso es uno más de los miles que surgieron tras la demanda
colectiva que encabezó el pediatra de Miami Beach, Howard Engle, contra
las principales compañías de tabaco de EE.UU., y que en 2000 se resolvió
con una indemnización de 145.000 millones de dólares, la sentencia más
cuantiosa por daños y perjuicios en el país hasta ese momento.
La demanda colectiva acusaba a las compañías de engañar a los
consumidores y al Gobierno respecto a los peligros que conlleva el
consumo de tabaco.
La Corte Suprema de Florida revocó este veredicto en 2006, pero en su
resolución dejó abierta la puerta para demandas individuales al
establecer que los fumadores y sus familias no tenían que demostrar otra
vez que las compañías habían vendido con conocimiento productos
defectuosos y que habían ocultado los riesgos del tabaquismo.
Esta decisión, que tras una apelación presentada por las compañías
tabaqueras fue ratificada por la misma corte el año pasado, estableció
que los fumadores, o sus familiares, solo debían demostrar que su
adicción al tabaco fue el origen de sus enfermedades o muertes para
poder iniciar un juicio.
"Creo que el jurado ha querido establecer una diferencia", declaró
Willie Gary, uno de los abogados de Cynthia Robinson, y quien manifestó
su esperanza de que el veredicto se mantenga luego de la previsible
apelación que presentará la firma.
"Toda las cartas fueron puestas sobre la mesa para demostrar cómo la
industria del tabaco mintió y falló al no revelar información que pudo
haber salvado vidas, y eso es lo que el jurado ha resuelto en este
caso", explicó el abogado, según recoge el medio Pensacola News Journal.
Gary señaló que uno de los objetivos de la demanda es lograr que las
compañías dejen de dirigir sus anuncios publicitarios hacia los niños y
jóvenes. "Si no conseguimos ni un centavo (con el proceso), está bien,
siempre que podamos hacer una diferencia y salvar vidas", manifestó.
A raíz del "caso Engle", las grandes firmas de tabaco de EE.UU. han
perdido en los últimos años millones de dólares a través de miles de
demandas individuales, algunas de las cuales se encuentran en medio de
procesos de apelación.
Phillip Morris, el mayor fabricante de cigarros en EE.UU., informó en
su más reciente reporte anual que enfrenta más de 4.000 demandas en
cortes federales y estatales de Florida.
El año pasado, la Corte Suprema de Florida rechazó la apelación
presentada por las principales compañías ante el fallo que mereció la
demanda de James Douglas, cuya esposa, Charlotte Douglas, falleció en
2008 por un cáncer de pulmón, y mantuvo la indemnización de 2,5 millones
de dólares a favor del denunciante.
El fallo dado a conocer el viernes se produce en la misma semana que
Reynolds American Inc., propietaria de R.J. Reynolds Tobacco Company,
anunció la compra de Lorillard Tobacco Co., la tercera tabacalera
nacional, con lo que se convierte en la segunda mayor compañía de
tabaco, por detrás de Altria Group Inc., propietaria de Philip Morris
USA, la firma fabricante de Marlboro.
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