martes, 8 de julio de 2014

El cierre de cuentas del Banco Vaticano liquida su beneficio

CIUDAD DEL VATICANO.- El Banco del Vaticano ha bloqueado las cuentas de más de 2.000 clientes y puesto fin a unas 3.000 "relaciones con clientes" como parte de un proceso de limpieza que casi anuló su beneficio, según mostró este martes su balance económico.

El banco se ha visto afectado por años de escándalos, incluidas denuncias por lavado de dinero y está a punto de ser reestructurado con un nuevo presidente y un nuevo consejo de administración.
Todas menos unas 400 de las 3.000 cuentas cerradas estaban "inactivas" con balances pequeños y habían estado así durante años.
Otras 359 relaciones con clientes se van a finalizar después de que empleados y expertos externos determinaran que no cumplían con los criterios para tener cuentas en el banco, que cuenta con unos 15.500 clientes, algunos con más de una cuenta.
El propósito expresado por el banco - conocido formalmente como el Instituto para las Obras de Religión (IOR) - es gestionar el dinero para la Iglesia, órdenes religiosas, entidades benéficas y empleados del Vaticano.
El comunicado mostró que el proceso de limpieza que está en marcha, comenzado por su presidente Ernst von Freyberg después de su llegada el año pasado, ha llegado con un alto precio financiero, sobre todo por librar al IOR de algunas inversiones dudosas.
Los beneficios en 2013 cayeron hasta 2,9 millones de euros desde los 86,6 millones de euros en 2012 mientras el IOR realizaba una enorme revaluación de activos fijos para terminar con las inversiones realizadas antes de que comenzara el programa de reformas del banco y cuando había menos vigilancia.
Los beneficios del año pasado se vieron afectados también por gastos extraordinarios relacionados con la contratación de profesionales externos, como Grupo Financiero Promontory, para ayudar en el cumplimiento de temas de transparencia y cierres de cuentas.
El comunicado dijo que el beneficio de 2013 debería haber sido de unos 70 millones de euros sin las revaluaciones y los gastos extraordinarios.
El Vaticano ha dicho durante meses que las cifras de 2013 serían malas. Freyberg dijo en un comunicado que había "procedido con tolerancia cero ante cualquier actividad sospechosa" y que el "doloroso pero muy necesario proceso había abierto la puerta a un futuro nuevo y descargado del IOR".

No hay comentarios:

Publicar un comentario