WASHINGTON.- El Índice de Precios de Consumo (IPC) de
Estados Unidos se situó en junio en el 2,1% en tasa interanual, lo que
supone el mismo nivel de precios que el registrado en mayo, cuando marcó
el mayor incremento en doce meses desde octubre de 2012, según el
Departamento de Trabajo estadounidense.
La inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y
la energía, se incrementó un 1,9% en tasa interanual, lo que representa
un ligero descenso de una décima respecto al dato del mes anterior.
Por su parte, los precios de la alimentación subieron un 2,3%, dos
décimas menos que en mayo, y los de la energía crecieron en tasa
interanual un 3,2%, una décima menos que el mes anterior.
Respecto a la comparativa intermensual, la inflación creció tres
décimas respecto a mayo, pero a diferencia del mes anterior, cuando se
registraron aumentos generalizados en todas las categorías, está vez la
subida fue consecuencia principalmente del aumento de los precios de la
gasolina.
En concreto, la gasolina subió un 3,3%, frente a las siete décimas
de mayo, y representó dos tercios del incremento del dato general.
Entre el resto de componentes de la energía, la electricidad aumentó dos
décimas, pero el gas natural bajo un 2,6% y el fuel oil un 1,7%.
De esta manera, la subida de la gasolina y la electricidad
llevaron a un aumento de los precios de la energía del 1,6%, siete
décimas más que mayo, mientras que los alimentos subieron una décima,
frente al 0,5% de mayo.
La inflación subyacente aumentó una décima en la comparativa
intermensual, dos menos que en mayo. En concreto, se incrementaron los
precios de la vivienda, la atención médica, la ropa y el tabaco, así
como los del mobiliario y las reformas, que subieron por primera vez en
un año. Por el contrario, bajaron los vehículos nuevos, tras varios
meses de repuntes, y los vehículos usados y camiones.
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