WASHINGTON.- La flota de cazas F-35, el modelo más caro de la historia, lleva una
semana sin volar tras haberse detectado problemas en un motor, pese a lo
cual el secretario de Defensa de EE UU, Chuck Hagel, reafirmó hoy su
compromiso con el proyecto.
"No vamos a poner este caza en el aire hasta que estemos seguros de
que es absolutamente seguro", dijo hoy Hagel en una vista a la base
aérea de Eglin (Florida), el principal centro de operaciones de los
F-35.
Hagel se reunió hoy con el piloto que tuvo que evacuar uno de los
cazas por un incendio en el motor en una sesión de entrenamiento, motivo
de una investigación que aún no ha concluido.
En su visita, el jefe del Pentágono destacó la importancia que este
caza, en fase de desarrollo, tendrá para la seguridad de Estados Unidos y
el compromiso "total" del Pentágono con el F-35, un avión desarrollado
por Lockheed Martin que se ha salido del presupuesto inicial y ha sido
duramente criticado por el Congreso.
El caza, llamado a sustituir las flotas de F-16 de Estados Unidos y
sus aliados, ha acumulado retrasos pese a ser presentado como un
proyecto asequible y necesario.
Tras dos décadas de concepción y desarrollo el coste del proyecto se
ha disparado a los cerca de 400.000 millones de dólares, el proyecto
armamentístico más caro de la historia del Pentágono.
El fallo en el motor, producido por una filial de Pratt &
Whitney, ha obligado a cancelar el esperado debut del caza en dos
exhibiciones aéreas en Reino Unido.
El Pentágono está desarrollando tres variantes del F-35, para la
Fuerza Aérea, la Armada y los Marines, proyectos aún en fase de
desarrollo, por lo que el caza aún no se utiliza en operaciones de
combate.
Los Marines esperan comenzar a operar las primeras unidades para mediados de 2015, la Fuerza Aérea en 2016 y la Armada en 2017.
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