LISBOA.- El hundimiento bursátil del Banco Espírito Santo (BES) se mantenía
durante la sesión de hoy y sus acciones ya valen la mitad de precio que
hace apenas un mes, reflejo de la intensa presión a la que se encuentra
sometida la entidad.
A las 12 horas GMT, los títulos del BES se
desplomaban un 9 % desde el cierre de ayer y cotizaban en torno a los
0,58 céntimos, en contraste con los 1,1 euros exigidos por los
inversores el pasado 9 de junio.
El mayor banco de Portugal a
nivel de activos atraviesa un momento delicado a la espera de que se
confirme quién será el nuevo presidente de la entidad en sustitución de
Ricardo Salgado, que llevaba 22 años en el cargo.
El Espírito
Santo Financial Group (ESFG), accionista mayoritario del BES, anunció
inicialmente el nombre de Amílcar Morais Pires, aunque las dudas en
torno a si el candidato sería aceptado por el banco central luso -que
tiene la obligación de certificar la "idoneidad" de los responsables de
las entidades financieras en el país- le llevaron a modificar su
propuesta.
El pasado día cinco, el ESFG -controlado por la familia
Espírito Santo, una de las más ricas e influyentes del país- rectificó y
propuso al economista Vítor Bento para presidente "después de la
consulta previa con otros accionistas de referencia", para dar así la
idea de que cuenta con un amplio consenso entre los propietarios del
banco.
La elección, sin embargo, no podrá ser oficial hasta que el
consejo de administración lo apruebe, y su próxima reunión está
convocada para el 31 de julio.
La guerra pública que mantienen
entre sí las diferentes facciones de la familia Espírito Santo, así como
las irregularidades detectadas en una de las divisiones del grupo del
que forma parte el BES, han afectado a la confianza de los inversores.
De
hecho, la cotización en la Bolsa de Lisboa del ESFG ha sufrido una
debacle muy similar en el último mes, ya que sus acciones también se han
depreciado un 50 %, hasta los 1,28 euros.
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