viernes, 1 de agosto de 2014

Occidente persigue el debilitamiento de la economía rusa

MOSCÚ.- Rusia afronta una arremetida de represalias sin precedentes en la historia reciente de sus relaciones con Estados Unidos y la Unión Europa (UE), enfilada a debilitar sectores clave de su economía con previsibles impactos al comercio recíproco. 

Tras anunciarse el tercer paquete de sanciones por el bloque de los 28 miembros comunitarios, los tentáculos de esa política punitiva han llegado hasta 95 ciudadanos rusos, entre políticos del entorno gubernamental, empresarios y hasta periodistas, unido a 25 entidades jurídicas (compañías, bancos y organizaciones comerciales).

En la lista reciente de la UE fueron incluidos el consorcio Almaz-Antei, del complejo militar industrial, la compañía de aviación Dobrolet y Banco Nacional de Comercio.

Una disposición anterior de Bruselas amplió las represalias a las casas financieras VTB (Banco de Comercio Exterior), Rosseljozbank (Banco Agrícola) y Banco de Moscú, además de la Corporación Unida de Construcción Naval, también de la industria militar.

Según la intención de sus promotores, las medidas restrictivas buscan no solo bloquear los accesos de financiamiento externo a la economía rusa, sino la participación de las compañías insignes rusas en la explotación de yacimientos fuera del país, sin tener en cuenta las afectaciones a inversionistas foráneos.

De momento, la percepción en Moscú es que si bien las sanciones y el "embargo" al comercio afectará inexorablemente el rendimiento económico interno y a sectores específicos, surtirán en alguna medida efectos negativos en los socios comerciales europeos y estadounidenses. La UE es el principal destino de las exportaciones rusas y Alemania su socio comercial número uno.

Como reacción a la cadena de impactos, la agencia calificadora internacional Fitch rebajó el ranking a 13 bancos rusos con participación de capital extranjeros de BBB+ a BBB.

A juicio de los expertos, las sanciones y el tenso entorno en las relaciones con Occidente representan un riesgo para la integración financiera de Rusia, incrementando los riesgos de transferencia y de conversión.

El tercer paquete de sanciones supone la restricción de la UE a la exportación de tecnologías para la prospección en aguas profundas en yacimientos de hidrocarburos y la explotación de depósitos de gas de esquisto en la plataforma continental de Rusia, en el Ártico.

A la par, el presidente estadounidense, Barack Obama, declaró el bloqueo a la exportación de mercancías y tecnologías para el sector energético ruso, principalmente la esfera petrolera, con el propósito de frenar su desarrollo.

Basta señalar que la nación euroasiática aporta al mercado internacional uno de cada ocho barriles de crudo extraídos.

Según la publicación Finmarket, esas restricciones afectarán directamente los planes inversionistas de las trasnacionales Exxon Mobil, British Petroleum, Halliburton y Schlumberger, en los proyectos energéticos de envergadura en el norte de la Federación.

Las reservas de petróleo y gas en Rusia se estiman en un valor de 7,58 billones de dólares, mientras inversionistas foráneos tienen previsto inversiones en el orden de los 51.700 millones de dólares en los trabajos de prospección y extracción. En ese sentido, las compañías Schlumberger y Halliburton perderán ganancias en la prestación de servicios y venta de equipos.

El presidente del consejo de directores de Rosneft, Alexander Nekipelov, supuso que bajo presión de la Casa Blanca la compañía Exxon Mobil frenará su participación en los proyectos, pero retornará sin duda en cuanto cambie la situación, pues la ganancia potencial supera con creces los costos de inversión, dijo.

También la británica British Petroleum, con el 20 por ciento de activos en Rosneft, advirtió esta semana que las sanciones degradarían los ingresos y su reputación.

De otro lado, el Banco Central de Rusia consideró a la sazón que las restricciones impuestas a las entidades financieras no influirán significativamente a corto plazo en los ritmos de financiamiento en el país.

El principal ente emisor aseguró que apoyará a los bancos sancionados en la medida que se requiera con el fin de proteger los intereses de los clientes, los ahorristas y acreedores.

Al interior del gobierno ruso, existe la visión de que las represalias obligarán a explotar al máximo las potencialidades y recursos, y se cree que ayudarán a una mirada profunda hacia los problemas pendientes.

En opinión del experto Serguei Guriev, exrector de la Escuela Económica de Rusia, los rusos de a pie percibirán las consecuencias de las sanciones de Estados Unidos y de Europa hacia 2015, en su sistema de bienestar.

Unido a una reducción de los ingresos, se prevé que continué la dinámica alcista de los precios de los alimentos y una subida en espiral -nuevamente- de la cotización del euro y el dólar, frente al rublo.

Según Guriev, el Ejecutivo deberá revisar, en consecuencia, los parámetros fundamentales del presupuesto del próximo año y los alineamientos económicos estratégicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario