miércoles, 20 de agosto de 2014

Difícil reinicio de actividades para el gobierno francés

PARÍS.- El primer consejo de ministros de Francia tras la pausa tradicional del verano tiene lugar hoy en un complejo panorama por la caída de varios indicadores económicos y el persistente problema del desempleo. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos (Insee), el Producto Interno Bruto (PIB) nacional permaneció estancado durante los primeros seis meses del año.

Ello obligó al ministro de Finanzas Michel Sapin a anunciar la reducción de las proyecciones de crecimiento para 2014, que bajaron de uno por ciento a 0,5, es decir la mitad.

El funcionario reconoció, asimismo, que el déficit fiscal rebasará los cuatro puntos, en lugar del 3,8 previsto con anterioridad.

Como el presupuesto del año fue calculado sobre bases más optimistas, los ministros, reunidos este miércoles en el Palacio del Elíseo, deben analizar la aplicación de varios ajustes de aquí a diciembre para compensar los malos resultados de la economía.

En estas condiciones, los especialistas consideran un hecho que el gobierno del presidente François Hollande no será capaz de cumplir su compromiso con la Unión Europea de bajar el déficit a menos de tres por ciento del PIB en 2015, lo cual puede acarrear sanciones financieras a Francia.

Antes de las vacaciones tanto el mandatario como el primer ministro galo, Manuel Valls, advirtieron que el retorno sería difícil no sólo por la gravedad de la situación interna, sino también por el panorama en la denominada zona euro.

La nación gala realiza la mayor parte de su comercio exterior con los países acogidos a la moneda única, donde el PIB también se paralizó en el período abril-junio.

Hollande pidió a Alemania invertir sus excedentes para dinamizar la economía regional, pero la canciller federal, Ángela Merkel, se opuso a esta medida.

Por otro lado, Francia enfrenta el constante incremento del desempleo que afecta a más de 3.390.000 personas en edad laboral.

Si a ellas se suman quienes sólo tienen un contrato a tiempo parcial o con salarios reducidos, la cifra rebasa los cinco millones.

No obstante, Valls anunció que "el rumbo se va a mantener" y el llamado Pacto de Responsabilidad con los empresarios entrará en vigor como está previsto.

Este programa consiste en dar al sector privado ventajas fiscales por unos 30.000 millones de euros a cambio de crear nuevas fuentes de trabajo e invertir más.

Las dificultades económicas causan rechazo incluso en el seno del gubernamental Partido Socialista (PS), donde un grupo de legisladores se oponen de manera cada vez más abierta a las políticas del ejecutivo.

Según el diputado europeo Emmanuel Maurel es absurdo mantener medidas cuyos resultados son negativos, en tanto el miembro de la Asamblea Nacional Laurent Baumel, también del PS, aseguró que cada vez son más los decepcionados por las acciones del Gobierno.

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