MADRID.- España se convirtió en 2013 en el octavo país
que más alimentos exporta y el sexto más importante de la Unión Europea
por volumen de exportación tras cerrar el ejercicio con una cifra récord
de 36.367 millones de euros, según el informe sectorial 2014 de Cesce.
En concreto, el crecimiento de las exportaciones agroalimentarias
permitió que la balanza comercial registrase un superávit de 3.466
millones de euros en 2013, unos 500 millones de euros más que en el
ejercicio anterior. Unos resultados que también han sido posibles por la
reducción del 0,8% de las importaciones, que encadena dos años
consecutivos a la baja.
Los países de la UE son los principales destinos de las
exportaciones españolas, que representan el 76% del total de las ventas
internacionales del sector agroalimentario.
Por otro lado, Estados Unidos y Rusia, que ha puesto un veto a los
productos agroalimentarios españoles tras las sanciones aplicadas por
el conflicto con Ucrania, son los otros mayores mercados para los
productos españoles aunque el mayor repunte en 2013 fue en Japón, donde
las ventas se incrementaron en un 11,5%.
La apuesta por la internacionalización de las empresas españolas
para crecer ha permitido que el número de compañías agroalimentarias con
ventas en el exterior se incrementara un 5%, alcanzando las 12.726
empresas.
De esta forma, España se ha consolidado como el primer exportador
mundial de aceite de oliva, así como el segundo en hortofrutícola en
Europa, tan sólo por detrás de Italia, y el tercero en carne de porcino
por detrás de Alemania y Dinamarca.
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