domingo, 24 de agosto de 2014

El lado humano de la centenaria eficiencia en el Canal de Panamá

PANAMÁ.- Casi 300 pilotos representan la herencia de los que han manejado más de un millón de barcos por el Canal de Panamá en un siglo, son los prácticos, quienes cuentan parte de su historia en su primer libro memoria.

Con dos mujeres en sus filas, los orgullosos garantes de que en el Canal de Panamá se generen más de 2.000 millones de dólares de ingresos anuales con un reporte de incidentes del 0,14 % entre más de 13.000 barcos que pasan la ruta cada año, publicaron recientemente su obra "100 años uniendo los mares", una historia rica en anécdotas.
Compilada y estructurada "contra el tiempo" por el escritor, actor y publicista Luigi Lescure y el fotógrafo Tito Herrera, con un equipo editorial de prácticos como apoyo, la obra es apenas un esbozo "de las muchas historias que hemos ido descubriendo y que da para escribir muchas más sobre el Canal de Panamá", explicó el presidente de los pilotos, capitán Rainiero Salas.
"Somos buenos en lo que hacemos, somos orgullosamente empleados de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), tenemos bajo nuestro mando no solamente un buque, su tripulación, sino que también tenemos que correr con los riesgos naturales del trabajo, las estructuras, el medio ambiente", resaltó Salas.
Detalló que en cada tránsito el práctico coordina el trabajo de 150 empleados del Canal de Panamá, el único en el mundo donde el mando lo asume un piloto de la vía acuática, sin importar el tipo de nave que sea, incluyendo los submarinos nucleares que transitan por el atajo entre el Atlántico y el Pacífico.
Desde que el griego John Constantine hiciera el primer tránsito oficial, el 15 de agosto de 1914, con el vapor Ancón con 200 personas a bordo, los prácticos han sido el factor clave para que la vía acuática tenga el prestigio del que goza en la actualidad.
"Me llamó mucho la atención que en sus oficinas ellos tienen afiches de todos los prácticos con sus nombres, desde el primero, lo que demuestra una conciencia de grupo, de unidad, de respeto a sus camaradas", dijo Lescure, autor de cuatro libros.
Señaló que era "tan abundante" la información aportada por los pilotos, incluyendo fotos inéditas, que el trabajo fue titánico para decidir qué iba y qué no.
El hilo conductor se inicia contando cómo llegan los prácticos a Panamá, se describen cronológicamente hechos de su desempeño, se incluye un reportaje de una travesía, para luego explicar la función actual del piloto y proyectar cómo va a ser su trabajo a partir de la ampliación del Canal de Panamá, detalló Lescure.
Añadió que "el principal legado, en el contexto del centenario del Canal de Panamá, es que hemos difundido la historia de estos hombres que operan ese canal, se habla mucho de la construcción, pero esta obra cuenta la historia desde dentro, de un equipo que hace posible que el canal opere eficientemente".
Resaltó que le "impresionó hacer la travesía, ver dos prácticos en acción, de mentalidad diferente, con diferente estilo, pero idéntico profesionalismo y compromiso" para cumplir con el tránsito.
Herrera, por su parte, dijo que hizo al menos seis tránsitos "en diferentes buques y con diferentes prácticos" para captar su labor actual y que hizo unas 500 fotografías.
"No he visto el libro, no se cuántas fotografías se utilizaron, pero hubo que hacer también varias copias de material inédito y lo que me impresionó es el primer manual que usaron los prácticos, es como un pergamino delicado" que también tiene casi un siglo.
Salas señaló que en el libro enfocan "tímidamente" cómo va a ser su trabajo en el canal ampliado porque hay mucho "desconocimiento" de detalles de un servicio que debe comenzar en 2016 y atenderá buques tres veces más grandes que los actuales panamax de 4.000 contenedores.
El desafió en el canal ampliado, además del tamaño de los buques, es el nuevo sistema de posicionamiento dentro de las esclusas, con una manera distinta de hacer el trabajo, que elimina el apoyo de las locomotoras que en el canal centenario enganchan el barco para ayudar en su paso, pues se emplearán solamente remolcadores.
Actualmente, el 98 % de los empleados son panameños, dijo Salas, quien reconoció que la transición "fue posible gracias a que varios prácticos estadounidenses estaban dispuestos a compartir sus conocimientos con nosotros, pero hubo otros que no, que ni siquiera dejaban que subieran al puente de mando".
El administrador del Canal de Panamá, Jorge Luis Quijano, explicó que semanas atrás se les presentó a los prácticos "una propuesta de capacitación en línea con lo que ellos estaban buscando y más amplia", e indicó que él viajó a Francia para conocer sobre los modelos de escala.
Precisó que llevar al menos quince años como práctico del Canal de Panamá es uno de los requisitos fundamentales para poder conducir los inmensos barcos pospanamax que pasarán por la vía acuática a partir de 2016, para lo cual se alquilará una de esas embarcaciones de hasta 12.000 contenedores para comenzar las maniobras en la esclusa del sector Atlántico.
"La capacitación se va a dar sobre un buque real, el plan es fletar un pospanamax para pasarlo por la esclusa que esté lista primero, puede tomar tres meses, se iniciaría en el Atlántico si está terminada, para que cuando ya esté la segunda, del Pacífico, haya prácticos preparados", explicó.
De acuerdo con cifras de la ACP, actualmente en la vía acuática hay 241 prácticos con más de doce años de antigüedad en el cargo.
Si por el canal ampliado pasaran anualmente unos 2.000 barcos, la ACP necesitaría al menos tener seis prácticos cada día disponibles para acometer el tránsito, que en el actual se tarda unas ocho horas.
El tirada de la obra, editada en español e inglés, es de más de mil copias, que se pondrán a la venta y también se llevarán a las bibliotecas del país y a las academias marítimas del mundo, desde Rusia hasta Argentina, donde se han capacitado los panameños, señaló Salas.

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