sábado, 9 de agosto de 2014

Empresarios que corrompen / Joaquín Abad *

Tras treinta años de corrupción institucionalizada en los partidos políticos que han gobernado España y sus autonomías, creo que habría que contar con una mano y sobran dedos los empresarios que cumplen condena por corrupción. Porque igual que Eva dio la manzana a Adán, son los empresarios quienes primero ofrecieron comisiones a los políticos para que engrasaran proyectos atascados, o imposibles de aprobar porque incumplían alguna norma. 

El político, que entonces procedía de puestos humildes, enseguida le brillaron los ojos y estamos donde estamos. Con una larga trayectoria de casos de corrupción, de robos, de despilfarro en coches oficiales, secretarias, cargos de confianza, puestos en consejos de administración bien remunerados... El caso es que esa práctica ha empobrecido a España. Y esa política corrupta la ha llevado a la ruina. Sí, porque se ha creado un estado mastodóntico, con autonomías llenas de funcionarios colocados a dedo, con empresas ficticias que dependen de ayuntamientos, autonomías, con televisiones autonómicas ruinosas...

Porque los empresarios son los que corren detrás de los políticos para asegurarse la obra oficial. Si, empresarios que quieren hacer regalos a los políticos, que quieren darle una comisión por los servicios prestados. Porque una vez que un político pierde la virginidad, exigirá su comisión cada vez que firme un proyecto. Como se ha llegado el caso en Cataluña, que ahora todos parecen caerse del guindo sobre la práctica de la familia Pujol y los políticos que durante más de treinta años han gobernado la región.

En Madrid, por ejemplo, era conocido determinado empresario de la construcción, emparentado con un implicado en el caso Malaya, que recorría los ayuntamientos visitando alcaldes a los que le entregaba un maletín con un millón de euros. Sólo para hacerse amigo. Y eso lo conocían todos y nadie llevó el caso a la Fiscalía. Casi todos agradecían la aportación. Luego, claro, había que dejarle que construyera aparcamientos, plazas, etc. 

Recuerdo en el ochenta y dos cuando un conocido empresario de obras públicas de Almería andaba como loco para que alguien le presentara a los recién llegados socialistas. Quería aportar una ayuda al partido local, que en esas fechas trataba de comprar en subasta el antiguo diario provincial del Movimiento que Felipe González privatizó nada más llegar al poder. Por supuesto que todos los diarios fueron a manos amigas... 

Lo dicho. También habría que depurar responsabilidades a toda una generación de empresarios que han hecho posible el estado de corrupción que hemos sufrido durante estos treinta años de bipartidismo. Sería lo justo.
 
(*) Periodista y director de www.muyconfidencial.com

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