PARÍS.- El presidente de Francia, François Hollande, advirtió hoy sobre el
riesgo de una etapa de deflación en la economía de la Unión Europea y
demandó un mayor apoyo de Alemania para lograr el crecimiento.
Según el jefe de Estado, en su país nunca el índice de precios había
estado tan bajo, lo cual -sumado al débil crecimiento del Producto
Interno Bruto (PIB)- tendrá consecuencias presupuestarias negativas.
El mandatario reconoció de manera indirecta que Francia podría incumplir su compromiso de reducir el déficit fiscal a menos del tres por ciento del PIB a finales del año próximo, como lo demanda el pacto europeo firmado y ratificado en 2012.
"Pusimos en práctica las reformas anunciadas, pero el ritmo de los esfuerzos para bajar el déficit depende del crecimiento. No pedimos de Alemania ninguna indulgencia, sino le demandamos un apoyo más firme al crecimiento", declaró Hollande al vespertino Le Monde.
Agregó que los excedentes comerciales y la buena situación financiera de Berlín le permiten invertir más en la zona con el propósito de contribuir a reactivar la economía y alejar el peligro de la deflación.
Este lunes, durante su participación en la conmemoración del centenario de la invasión alemana a Bélgica en el marco de la I Guerra Mundial, el presidente francés también reiteró sus ideas y las extendió al Banco Central Europeo (BCE).
Lo que el BCE y Alemania deben comprender, señaló, es que hay países en déficit, como Francia, donde deben hacerse esfuerzos por mejorar la competitividad y equilibrar sus cuentas.
Hay también otros, como Alemania, cuyos excedentes le pueden permitir apoyar el consumo y la demanda, hacer inversiones e impulsar el crecimiento de Europa, precisó Hollande.
La semana anterior el primer ministro francés, Manuel Valls, también se refirió a la compleja situación de la economía nacional y advirtió acerca de un período difícil en lo que resta del año.
El ejecutivo galo proyectó para 2014 un crecimiento de uno por ciento del PIB, sin embargo, la mayoría de especialistas consideran que ese indicador será de unas tres décimas de punto menor a lo esperado.
El mandatario reconoció de manera indirecta que Francia podría incumplir su compromiso de reducir el déficit fiscal a menos del tres por ciento del PIB a finales del año próximo, como lo demanda el pacto europeo firmado y ratificado en 2012.
"Pusimos en práctica las reformas anunciadas, pero el ritmo de los esfuerzos para bajar el déficit depende del crecimiento. No pedimos de Alemania ninguna indulgencia, sino le demandamos un apoyo más firme al crecimiento", declaró Hollande al vespertino Le Monde.
Agregó que los excedentes comerciales y la buena situación financiera de Berlín le permiten invertir más en la zona con el propósito de contribuir a reactivar la economía y alejar el peligro de la deflación.
Este lunes, durante su participación en la conmemoración del centenario de la invasión alemana a Bélgica en el marco de la I Guerra Mundial, el presidente francés también reiteró sus ideas y las extendió al Banco Central Europeo (BCE).
Lo que el BCE y Alemania deben comprender, señaló, es que hay países en déficit, como Francia, donde deben hacerse esfuerzos por mejorar la competitividad y equilibrar sus cuentas.
Hay también otros, como Alemania, cuyos excedentes le pueden permitir apoyar el consumo y la demanda, hacer inversiones e impulsar el crecimiento de Europa, precisó Hollande.
La semana anterior el primer ministro francés, Manuel Valls, también se refirió a la compleja situación de la economía nacional y advirtió acerca de un período difícil en lo que resta del año.
El ejecutivo galo proyectó para 2014 un crecimiento de uno por ciento del PIB, sin embargo, la mayoría de especialistas consideran que ese indicador será de unas tres décimas de punto menor a lo esperado.
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