ROMA.- Nuevos datos del Instituto Nacional de Estadísticas confirmaron hoy
el retorno de la recesión a Italia, por segundo trimestre consecutivo,
cuando el Producto Interno Bruto cayó, marcando lo que los economistas
llaman una recesión técnica.
Si en el primer trimestre del año hubo una baja del producto interno
bruto (PIB) de 0,1 por ciento, en el segundo hubo una disminución aun
mayor de 0,2, registro que volvió a encender las alarmas en la Eurozona
por el retroceso de la tercera economía del bloque.
En medio de intensas negociaciones para lograr un paquete de reformas institucionales, los analistas aseguran que el primer ministro Matteo Renzi no se dejó amedrentar y llamó a tener coraje para salir de la crisis económica.
En abril el gobierno estimó un crecimiento de 0,8 por ciento, aunque el Fondo Monetario Internacional y Bankitalia (el Banco Central) cambiaron esas previsiones al calcular un débil incremento de 0,2 por ciento.
Al respecto el viceministro de Economía, Enrico Morando, admitió que ese objetivo no se alcanzaría por los datos negativos que ya preocupan a la Unión Europea, que teme un impacto negativo en las cuentas públicas.
El retorno de la recesión para muchos italianos era evidente pues de hecho la crisis económica se arrastra desde hace varios años, con efectos dramáticos en el mercado laboral.
Desde 2007, Italia ha tenido una caída de nueve puntos en su PIB, un derrumbe de la producción industrial del 25 por ciento y una pérdida de un 1.600.000 puestos de trabajo.
En medio de intensas negociaciones para lograr un paquete de reformas institucionales, los analistas aseguran que el primer ministro Matteo Renzi no se dejó amedrentar y llamó a tener coraje para salir de la crisis económica.
En abril el gobierno estimó un crecimiento de 0,8 por ciento, aunque el Fondo Monetario Internacional y Bankitalia (el Banco Central) cambiaron esas previsiones al calcular un débil incremento de 0,2 por ciento.
Al respecto el viceministro de Economía, Enrico Morando, admitió que ese objetivo no se alcanzaría por los datos negativos que ya preocupan a la Unión Europea, que teme un impacto negativo en las cuentas públicas.
El retorno de la recesión para muchos italianos era evidente pues de hecho la crisis económica se arrastra desde hace varios años, con efectos dramáticos en el mercado laboral.
Desde 2007, Italia ha tenido una caída de nueve puntos en su PIB, un derrumbe de la producción industrial del 25 por ciento y una pérdida de un 1.600.000 puestos de trabajo.
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