domingo, 3 de agosto de 2014

China y Rusia analizan el mercado cubano

LA HABANA.- Cuba apuesta fuerte a las inversiones extranjeras con el fin de obtener el evasivo "dinero fresco" para su economía y para ello son relevantes sus relaciones con China y Rusia, y el apoyo público de sus gobiernos.

    Las visitas oficiales a La Habana el mes pasado de los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, reflejaron el interés de los dos países por estimular el flujo de sus capitales, privados y estatales, al mercado cubano.
    Eso se produce en medio de reformas cubanas que incluyen la flamante Legislación de inversiones extranjeras, vigente desde el 28 de junio pasado.
    Putin se hizo acompañar en su breve estancia en La Habana, que tuvo un fuerte contenido político, por empresarios de diversos sectores.
    Mientras el gobierno ruso anunciaba en el contexto de la visita la anulación del 90% de la deuda de Cuba con la ex Unión Soviética, los hombres de negocios analizaban el mercado cubano donde, según el acuerdo de condonación, se reinvertirán unos 3.500 millones de dólares, el restante 10%, que deberá reembolsar Cuba en una década, con pagos cada seis meses.
    Pocos días después, el presidente chino Xi, también en la capital cubana y acompañado de empresarios de su país, presenció la firma de acuerdos de cooperación bilateral que ratificaron al gigante asiático como segundo socio comercial de La Habana.
    Xi, además, elogió francamente el proceso de cambios económicos cubanos que comenzaron en 2008 y los comparó a los de China.
    Poco antes de la llegada del mandatario chino, el director general del Buró de Desarrollo del Comercio de China, Sun Chenghai, dijo que los empresarios de 13 importantes firmas chinas estaban "interesados" en "explorar" oportunidades de negocios en Cuba.
    La Cámara de Comercio cubana mostró, por su parte, no sólo los beneficios de la nueva ley de inversiones extranjeras, sino también "los atractivos" de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, que ya opera a unos 50 kilómetros al oeste de La Habana, con estímulos impositivos y financieros para los capitales foráneos.
    El respaldo de los dos países, ambos históricamente muy conocedores del mercado cubano por las relaciones "especiales" que desarrollaron por décadas con Cuba en el contexto del socialismo, debe ser importante y en ciertos sectores crucial para el objetivo de La Habana de atraer "dinero fresco", aunque ahora por métodos de mercado.
    Las autoridades cubanas no han dirigido solamente sus esfuerzos por atraer ese dinero a China, Venezuela y Rusia, sino también a otros países como España, Canadá, México, varios latinoamericanos y especialmente Brasil, que participa con capitales del la zona especial del Mariel.
    Para la zona especial del puerto del Mariel, Cuba promete tanto a aliados como a otros posibles "socios" que dará mayor protección a empresas e industrias que produzcan bienes y servicios de valor añadido, basados en el conocimiento y la innovación y que utilicen tecnologías limpias. 
También, subraya, habrá procesos más rápidos en la aprobación de los negocios, beneficios fiscales y garantías especiales para los inversores extranjeros, frente a los más lentos y complejos de antes.

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