TEGUCIGALPA.- La grave sequía que afecta a la empobrecida Centroamérica debido al
fenómeno de "El Niño" ha dejado entre 2,43 millones y 2,81 millones de
personas con problemas para alimentarse, según datos preliminares del
Programa Mundial de Alimentos (PMA), más que su estimación de unos meses
atrás.
La pérdida de cosechas, sobre todo de cultivos de subsistencia de maíz y frijol en Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador, ha llevado a familias en zonas rurales a racionar la comida y el PMA no tiene suficientes recursos para ayudarlos.
"Esta es una crisis humanitaria en marcha, la gente ya está
padeciendo hambre. La situación de esta gente normalmente es crítica y
si pierden sus cosechas, se torna de una gravedad enorme", dijo el portavoz del PMA para América Latina y el Caribe,
Alejandro López.
Incluso la continuidad de la asistencia alimentaria está en duda y
podría cesar debido a que el PMA, al que los países centroamericanos han
pedido ayuda, requiere más de 70.000 toneladas métricas de alimentos
para atender a un millón de personas durante 90 días y sólo dispone de
12.200 toneladas.
"Estamos en problemas pues sólo disponemos de unas 12.000 toneladas
métricas de alimentos en la región y la comunidad donante, con la que se
tienen contactos, aún no confirma la asistencia que permita atender esta
emergencia", dijo López.
Los efectos de la sequía, que también afecta a algunos países de
Sudamérica, es particularmente dramática en el llamado "corredor seco"
de Centroamérica, que abarca el sur de Guatemala, el norte de Honduras y
el oeste de El Salvador.
Allí, las precipitaciones desde finales de junio estuvieron este año
entre un 50 a un 75 por ciento por debajo de la media, la peor sequía
en 10 años, según un informe del FEWS NET, un sistema de alerta sobre la
hambruna, vinculado con USAID.
Al sur de Honduras, muchos sobreviven
comiendo mangos, guayabas y frutas silvestres mientras esperan la ayuda
del PMA, y comen dos veces al día en lugar de tres.
Guatemala decretó estado de calamidad en todo el país después de que
256.000 familias se quedaron sin su cosecha. Las pérdidas totales para
el sector agrícola fueron estimadas en 85 millones de dólares por la
Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan).
También se han visto afectados los productores de arvejas, ejote y
brócoli, que estiman pérdidas de entre 30 y 40 por ciento de sus
cultivos. Sin embargo el café, uno de los productos más cotizados de
Centroamérica en los mercados agrícolas internacionales, casi no ha sido
afectado.
A estas pérdidas se suma un encarecimiento en el precio del maíz y
frijol, un tremendo golpe para países como Nicaragua y Honduras, de los
más pobres de América. Estos precios aumentaron un 129 por ciento entre
enero y junio, dijo el PMA.
El Gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega autorizó
recientemente la importación de 40.000 toneladas de frijol rojo para
ayudar a bajar el precio, así como de 73.500 toneladas de maíz blanco.
Hasta en países tropicales como Panamá las lluvias han estado muy
por debajo del año anterior y el Gobierno se prepara para importar arroz
debido a una baja de entre 20 y 25 por ciento en la producción de un
alimento que es la base de la alimentación en ese país, dijo el ministro
de Desarrollo Agropecuario, Jorge Arango.
No hay comentarios:
Publicar un comentario