CARACAS.- El presidente de la principal patronal venezolana
(Fedecámaras), Jorge Roig, dijo hoy que obreros de algunas empresas
estatales que no repuntan lo han contactado porque prefieren a "los
burgueses" al frente de la gestión administrativa.
"La clase obrera prefiere hoy que los burgueses manejen las empresas
antes que el Estado. Se nos han acercado muchos para ver si recuperamos
juntos las empresas expropiadas" que han disminuido su producción y
productividad, sostuvo Roig en una entrevista publicada en la edición
dominical del diario caraqueño El Nacional.
El titular de Fedecámaras sostuvo que una sociedad empresarial
estatal y privada en Venezuela debería comenzar por la producción y
compraventa conjunta de alimentos y medicinas.
"Sería de alimentos y medicinas, en lo que ellos (los oficialistas)
han sido menos exitosos", manifestó en alusión a los ministros y otras
autoridades de la Revolución Bolivariana nacida con el recientemente
fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) y continuada por su
sucesor, Nicolás Maduro.
La Revolución Bolivariana, a su entender, es "un rompecabezas en el
que las piezas están regadas y no se consigue ninguna", dijo.
Roig añadió que el chavismo debe descartar la creencia de que la ganancia del empresario significa pobreza para el pueblo.
"Es al revés: si nos va bien, le va bien a la gente", sostuvo, y
agregó que tal éxito del empresario privado favorece también al Gobierno
y en general al Estado, "porque pagamos impuestos".
El presidente de Fedecámaras también aludió a la corrupción de la que
se acusan mutuamente empresarios y autoridades gubernamentales y
remarcó que "no hay posibilidad de corrupción sin que algún funcionario
del Gobierno esté involucrado".
Aludió en ese sentido a listados publicados en los últimos días por
la Fiscalía donde están identificadas empresas, empresarios y
funcionarios investigados por supuestamente burlar y sacar provecho
ilegal del control estatal de divisas, en vigor desde 2003.
"Solo dos" de los empresarios identificados en esos listados forman
parte de Fedecámaras, dijo tras estimar que quienes incurren en esos
delitos "están más cerca del Gobierno que de Fedecámaras.
El titular del gremio empresarial cree que el control estatal de
divisas constituye una fuente principal de la corrupción que afecta al
país y por ello ha dicho que "la dirección correcta es avanzar hacia un
sistema único de cambio".
Roig ha felicitado un reciente anuncio de Maduro de que su Gobierno
unificará el tipo de cambio sin abandonar el esquema en vigor, que deja
en manos del Estado la administración del mercado de divisas con tres
tipos de cambio en la actualidad.
En un primer escalón funciona el Centro Nacional de Comercio Exterior
(Cencoex), donde se entregan dólares a un precio de 6,30 bolívares la
unidad y al que pueden aspirar importadores de suministros para sectores
básicos como la alimentación y las medicinas y para el sector
productivo.
En un segundo nivel funciona el Sistema Complementario de
Administración de Divisas (Sicad I), con subastas de divisas ofertadas
por el Estado semanalmente para diferentes sectores, a un cambio que
oscila entre los 10 y los 12 bolívares por dólar.
En un tercer escalafón se encuentra el Sicad II, que permite la
compraventa a un tipo superior, que ha estado rondando los 50 bolívares
por dólar.
Una cuarta tasa rige en la comercialización ilegal del llamado dólar
"paralelo", al que empresarios y privados recurren en busca de dólares
rápidos y cuya paridad supera actualmente los 80 bolívares.
La fijación del precio final al consumidor considera en muchos casos
la tasa ilegal, aunque las importaciones fueran pagadas a las tasas
oficiales, lo que ha llevado al Gobierno a cerrar y multar a miles de
empresas, y remarcar los precios hacia la baja.
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